Los restos fósiles de tortuga de hace más de 40 millones de años han permitido a un equipo de paleontólogos analizar el origen de las tortugas gigantes terrestres que habitaron en Europa. Entre ellas destaca Pelorochelon –la tortuga monstruosa o gigantesca– que podía alcanzar los 70 cm de longitud. Algunos de estos individuos fueron excavados en Soria en los años 90 y permanecen depositados en la Sala de las Tortugas de la Universidad de Salamanca, que alberga actualmente la mayor colección de testudínidos primitivos (grupo de tortugas terrestres) de Europa.
El estudio de los fósiles procedentes del yacimiento soriano de Mazaterón aporta claves para reconocer que los testudínidos primitivos europeos, una gran familia de tortugas terrestres, no corresponden a géneros presentes en el registro norteamericano, tal y como se creía hasta ahora, sino a nuevas formas exclusivas de Europa. Los resultados de la investigación se publican ahora en la revista Zoological Journal of the Linnean Society.
Aunque en el pasado existieron varios linajes, las actuales tortugas terrestres pertenecen a un único grupo, los testudínidos, distribuido prácticamente por todo el planeta. En Europa, los primeros testudínidos aparecieron hace aproximadamente 50 millones de años, en el Eoceno inferior, y desde entonces el grupo fue diversificándose en especies de pequeño tamaño, como las tortugas europeas actuales, y otras que llegaron a alcanzar los dos metros.
La información disponible sobre el origen de los testudínidos de gran tamaño en Europa era, hasta hace poco, muy limitada y los restos conocidos eran erróneamente atribuidos a géneros norteamericanos. Recientemente se han descrito nuevas tortugas de gran tamaño en Europa como Taraschelon, que habitó en el sur de Francia hace unos 30 millones de años, o Titanochelon, conocida desde hace unos 20 millones de años hasta hace dos millones de años, identificada en gran parte de Europa, incluida España, y cuyo caparazón podía alcanzar los dos metros de longitud.
Ahora, miembros del Grupo de Biología Evolutiva de la UNED e investigadores de la Universidad de Salamanca (USAL) han llevado a cabo un estudio de fósiles de tortugas de gran tamaño, más antiguas y que permanecían inéditas, lo que ha permitido desvelar aspectos importantes de sus primeros representantes europeos.
Entre los restos analizados se encuentra la abundante muestra de ejemplares excavados en el yacimiento soriano de Mazaterón por el equipo de la Sala de las Tortugas de la USAL en la década de 1990. Esta colección es actualmente la mayor muestra de testudínidos terrestres primitivos conocida en Europa.
La tortuga más antigua de Europa
En el trabajo se analizó el testudínido más antiguo y más primitivo de Europa, identificado principalmente por un caparazón, que se define como la nueva tortuga Fontainechelon, en honor al famoso fabulista francés La Fontaine, quien incluyó a las tortugas en varias de sus fábulas. Se trata de una tortuga de algo menos de 40 cm de longitud.
La tortuga de Mazaterón, muy bien representada, es nombrada como Pelorochelon, que quiere decir la tortuga monstruosa o gigantesca, en referencia a su gran tamaño para tratarse de una forma primitiva. De hecho, esta tortuga alcanzaba los 70 cm de longitud. En España la especie está representada por el género Pelorochelon soriana, pero parientes suyos también han sido identificados en otros países europeos como Francia, Alemania y Austria.
En general se reconoce una tendencia al aumento de la talla en algunos linajes de tortugas europeas que acabará con Titanochelon, los últimos representantes del grupo capaces de alcanzar tamaños de hasta 2 metros de longitud. “Al igual que Fontainechelon, Pelorochelon es reconocido como un testudínido primitivo. Sin embargo, el tamaño de Pelorochelon, con un caparazón del doble de tamaño que aquel de Fontainechelon, permite reconocerla como una forma de gran tamaño”, señala Adán Pérez, autor principal del estudio.
Los resultados de este análisis se enmarcan en un proyecto más amplio entre ambas instituciones que busca la revisión sistemática de las colecciones de la Sala de las Tortugas de la USAL. Estas colecciones constituyen una referencia internacional que, como en el caso de las tortugas de Mazaterón, revisadas a la luz del conocimiento actual del grupo, pueden ser especialmente relevantes para interpretar la historia evolutiva de algunos de los grupos de tortugas que habitaron Europa.
Referencia bibliográfica
Adán Pérez-García; Francisco Ortega; Emiliano Jiménez Fuentes. "Taxonomy, systematics and diversity of the European oldest testudinids". Zoological Journal of the Linnean Society 177, 648–675.
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