Casi ocho millones de mujeres se someten cada año a abortos clandestinos en África y en América Latina

El aborto constituye un grave problema de salud pública y un indicador de injusticia social en un gran número de países empobrecidos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en América Latina 3,7 millones de mujeres se someten cada año a abortos con un alto nivel de riesgo. Igualmente, 4,2 millones de mujeres ponen en peligro su vida para interrumpir un embarazo en África.

Mujer en un mercado de Malawi. Foto: Carmen Bach.
Mujer en un mercado de Malawi. Foto: Carmen Bach.

Con el fin de entender mejor la situación del aborto en países donde este acto sigue siendo ilegal o de acceso muy restringido, investigadoras del Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD) de París y del Colegio de México analizaron la literatura científica publicada desde el inicio de los años noventa hasta nuestros días.

En África y en América Latina el acceso de las mujeres al aborto sin riesgos y la legislación en esta materia no han mejorado durante los últimos quince años. El análisis revela problemas de injusticia y de desigualdad de acceso a esta práctica: las mujeres de clases sociales desfavorecidas recurren a abortos clandestinos y peligrosos, a diferencia de aquéllas que pertenecen a sectores más favorecidos.

Según la OMS, se registran anualmente 3,7 millones de abortos con altos niveles de riesgo en América Latina y el Caribe, prácticamente un aborto por cada tres nacimientos vivos. En África, donde el 99% de estos actos se realiza en la ilegalidad, se estima que el número de abortos se eleva a 4,2 millones, es decir, un aborto por cada siete nacimientos vivos.

Con el fin de entender mejor la evolución de la situación en estos dos continentes, se analizaron los resultados de diversos estudios efectuados desde inicios de los años noventa. Las científicas abordaron este tema bajo el ángulo de las ciencias sociales (perfil de las mujeres que practican el aborto, consecuencias para su salud y su vida social, función de los hombres, etc.).

Leyes muy estrictas

Asimismo, el estudio examinó la legislación en materia de derecho al aborto, su evolución durante los últimos quince años y los debates suscitados en torno a estos temas. Cabe señalar que, tanto en América Latina como en el Caribe, el marco legislativo del aborto sigue siendo muy restrictivo. En África, las restricciones son incluso mayores debido a que se basan en leyes que datan de la época colonial.

Debido a las fuertes sanciones legales y sociales a las que se exponen las mujeres que deciden abortar en países donde esta práctica no está completamente prohibida, pero cuyo acceso sigue siendo limitado, los datos relacionados con el aborto son fragmentarios y difíciles de obtener.

En Latinoamérica, con excepción de un estudio realizado en las zonas urbanas colombianas, no existen encuestas amplias aplicadas a muestras representativas de la población. En África, donde el tema del aborto no es objeto de debate público, algunos estudios de casos de mujeres víctimas de complicaciones médicas revelan un aumento particularmente importante de esta práctica en las zonas urbanas.

Actualmente, aún cuando ninguno de los 53 países del continente africano prohíbe por completo el aborto, tan solo Cabo Verde, Túnez y Sudáfrica autorizan esta práctica a solicitud expresa de la mujer. A partir de la Conferencia de El Cairo de 1994, en la que los países africanos se comprometieron a respetar los derechos reproductivos de las mujeres, veinte de ellos han mejorado ligeramente el marco legal del aborto.

Desde mediados de los años noventa, las condiciones legales de acceso al aborto se han degradado, haciéndose más restrictivas en cuatro países de África. Congo, Malawi y Swazilandia tan sólo autorizarán en lo sucesivo esta práctica con el fin de salvar la vida de la madre. Argelia únicamente la acepta bajo esta condición y con el fin de preservar la salud física o mental de la mujer.

En América Latina y el Caribe, las legislaciones son igualmente restrictivas. Tan sólo 17 de los 41 países de la región autoriza el aborto, únicamente para preservar la salud física o mental de la mujer. En 2006, otros seis países (Chile, El Salvador, Honduras, República Dominicana, San Martín -zona neerlandesa- y Nicaragua) seguían prohibiendo este acto.

Las adolescentes, las más afectadas

El estudio analizó también el perfil de las mujeres que recurren al aborto. Aunque esta práctica concierne a priori a todas las mujeres en edad de procrear, las adolescentes son las más afectadas por las prácticas de riesgo. La falta de reconocimiento de su sexualidad, incluso su prohibición, complica su acceso a los métodos anticonceptivos, lo que convierte al aborto en una práctica bastante frecuente entre las jóvenes.

Un mejor conocimiento de la situación es indispensable para definir políticas de salud adecuadas, permitir una revisión de la legislación en materia de aborto y sensibilizar a los diferentes actores sociales ante las consecuencias sanitarias y sociales que puede generar un marco jurídico que penaliza el aborto. Las prácticas de riesgo incrementan de manera significativa la mortalidad materna, el acceso limitado al aborto y la violación de los derechos reproductivos.

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Referencias bibligráficas:

Agnès Guillaume, Susana Lerner. "L’avortement en Amérique latine et dans la Caraïbe, une revue de la littérature des années 1990 à 2005 (CD rom)", Ceped, diciembre de 2007.
http://www.ceped.org/cdrom/avortement_ameriquelatine_2007

Agnès Guillaume. "Bibliographie sur l’avortement en Afrique", Ceped, 2006.
http://www.ceped.org/article.php3?id_article=28

Agnès Guillaume avec la collaboration de William Molmy. "L’avortement en Afrique, une revue de la littérature des années 1990 à nos jours", Ceped, 2004.

Fuente: Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD) de París
Derechos: Creative Commons
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