Los pulpos suelen ser animales solitarios que viven en aguas frías. Una expedición ha descubierto un grupo enorme de pulpos de una nueva especie en un lugar donde no se los esperaba, a 3.000 metros de profundidad. Según los científicos, estos animales, protagonistas de #Cienciaalobestia, eran hembras incubando sus huevos cerca de fuentes hidrotermales calientes.
Los científicos no se cansan de repetirlo: sabemos más sobre la superficie de la Luna que sobre el fondo marino. Por eso no se sorprenden cuando descubren nuevas especies en los paisajes marinos más extraños donde reina muchas veces la oscuridad total.
Una expedición en alta mar que ha usado drones ha descubierto un grupo gigante de unos 100 pulpos hembra junto a sus huevos en un lugar más bien inhóspito para ellas. “Cuando vi las fotos por primera vez, pensé “¡No, no deberían estar allí! No a tanta profundidad y tantos ejemplares”, dice Janet Voight, científica en el Field Museum y autora de un nuevo estudio publicado en Deep Sea Research Part I.
Los pulpos pertenecen a una nueva especie hasta ahora desconocida del género Muusoctopus. Son animales de color rosado del tamaño de un plato y de enormes ojos. Los investigadores hallaron un centenar de hembras en una misma área, algo inusual ya que se trata de animales solitarios.
Todos los ejemplares, hallados a más de 3.000 metros de profundidad y a 160 km de Costa Rica en el océano Pacífico, estaban ocupando las rocas de una pequeña área en un ambiente cerca de fuentes hidrotermales que los propios científicos consideraron un suicidio al estar expuestos a temperaturas más elevadas de lo habitual.
Los expertos constataron que las hembras pulpo, que solo producen un nido de huevos en toda su vida, sufrían estrés severo y los 186 huevos adheridos a las rocas no parecían tener ningún signo de embrión en desarrollo. Pero los investigadores sospechan que hay un hábitat mejor y más saludable cerca, posiblemente en el interior de las grietas de las rocas, donde el agua es fría y rica en oxígeno. Es ahí donde en realidad deberían estar poniendo e incubando sus huevos.
La hipótesis planteada en el estudio es que la población de esta especie recién descubierta ha debido aumentar tanto que algunos individuos se han tenido que desplazar a zonas más peligrosas y expuestas a aguas más cálidas. La exposición a temperaturas más altas activa su metabolismo, por lo que necesitan más oxígeno del que puede proporcionar el agua caliente.
“Es probable que en el área haya áreas huecas donde otras hembras crían sus huevos hasta la eclosión”, explica Voight. Prueba de ellos es que los científicos observaron brazos de pulpo que emergían de vez en cuando de las grietas en la roca y que podían corresponder a la población no vista.
Un hallazgo fortuito
El equipo de investigación descubrió este enorme grupo de pulpos por casualidad. “Las expediciones estaban destinadas a estudiar un sistema hidrotermal frío. Al hacerlo, descubrimos esta fascinante congregación de pulpos”, señala Geoff Wheat, geoquímico en la Universidad de Alaska Fairbanks.
Dos veces al año los científicos usaron vehículos submarinos para explorar esta zona denominada Dorado Outcrop, un área rocosa del fondo marino creada por lava enfriada y endurecida procedente de un volcán submarino. Cuando los geoquímicos estaban estudiando uno de los afloramientos, en lugar de recoger muestras de fluidos calientes que emergen de las grietas, se encontraron con esta gran cantidad de pulpos.
Los expertos compartieron el vídeo con los biólogos y de su colaboración surgió este estudio. “Existen millones de entornos similares en el mundo en el mar profundo. ¿Qué otros descubrimientos nos esperan?”, concluyen.