Pablo Álvarez es un ingeniero aeronáutico que ha trabajado para Airbus, y Sara García, una científica especializada en investigación contra el cáncer. Los dos son de León y grandes deportistas: a uno le gusta correr, montar en bici y recorrer las montañas, y a ella, desde yoga hasta puénting y paracaidismo. Lo cuentan en los vídeos que ha facilitado la Agencia Espacial Europea para promocionar al equipo del que saldrán los próximos viajeros espaciales.
Este miércoles la Agencia Espacial Europea (ESA) ha dado a conocer el nombre de sus cinco nuevos astronautas de carrera, entre los que figura el español Pablo Álvarez Fernández; más los doce de reserva, con la también española Sara García Alonso, y una persona con discapacidad.
Para informar sobre quiénes conforman esta nueva promoción de 2022, la ESA ha facilitado un vídeo con entrevistas a todos los finalistas.
Destacamos aquí la participación de Pablo Álvarez y Sara García, dos leoneses nacidos, respectivamente, en 1988 y 1989, que han visto su sueño hecho realidad.
El ingeniero cuenta que el espacio es algo que entusiasma a todo el mundo, desde los pequeños a los adultos, y que llegar a ser astronauta era uno de sus sueños de niño. Cuando tuvo la oportunidad, no se lo pensó. Al enterarse que fue seleccionado no pudo contener las lágrimas.
Creció en León, una ciudad en el noroeste de España, “el sitio más frío de España probablemente”, afirma. Allí estudió ingeniería aeronáutica y, al acabar, hizo un máster en la Universidad Tecnológica de Varsovia, en Polonia.
Después empezó a trabajar para Airbus en 2012, donde tuvo la oportunidad de trabajar en muchos tipos de aviones (como el Airbus 330 y el 350) y programas espaciales, como en el rover ExoMars desde el Reino Unido. También ha vivido en Francia.
Le gustan los deportes, en especial correr: ha completado varios maratones y triatlones. También montar en bici y el senderismo por las montañas.
Este es su mensaje para los jóvenes que sientan pasión por la ciencia y el espacio: “Persigue tus sueños y nunca pienses que algo es imposible”. Él es una prueba de ello.
La biotecnóloga no había pensado seriamente en dedicarse al sector espacial hasta informarse de lo que es realmente ser astronauta, en qué consiste su trabajo y las habilidades que se necesitan. De esta forma se dio cuenta de que su carrera profesional le había estado preparando para ello. Está muy agradecida y sorprendida de haber sido seleccionada entre tantos candidatos increíbles a los que ha conocido.
En el caso de que en el futuro tenga la oportunidad de volar al espacio, le gustaría contribuir en proyecto científicos e investigaciones. Considera que toda la tecnología que se va a desarrollar para conseguir una presencia sostenible en la órbita baja de la Tierra y en la luna va tener muchos beneficios para la sociedad y las compañías.
Sara García se licenció en Biotecnología en la Universidad de León y se doctoró en la Universidad de Salamanca en Biología Molecular enfocada al cáncer y la medicina traslacional. Lleva trabajando en laboratorios de investigación desde hace 12 años, actualmente en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), donde dirige un equipo enfocado al descubrimiento de nuevos fármacos frente al cáncer de pulmón y del páncreas.
Respecto a sus hobbies, se reta a sí misma constantemente, tanto mental como físicamente. Le gusta aprender constantemente y se considera una mujer muy deportista. Ha probado de todo, desde yoga y crossfit, hasta Krav Magá, puénting y paracaidismo.
También anima a los jóvenes que quieran dirigir sus pasos hacia el espacio: “Es una profesión increíble, en un entorno multidisciplinar y multicultural”, donde podrán poner a prueba su propia curiosidad y su ambición para expandir el conocimiento.