Un equipo internacional liderado por la Universidad de Granada ha determinado que las hembras de gorrión invierten energía en la puesta de huevos según la capacidad del macho para llenar el nido de plumas, que sirven para aislar a los pollos del frío y mantenerlos con vida.
Científicos de la Universidad de Granada, en colaboración con las universidades sudafricanas de Witwatersrand y el Centro de excelencia Percy FitzPatrick Institute de la Universidad de Cape Town, han descubierto que la hembra de gorrión común (Passer dometicus) invierte más en la puesta cuando el macho lleva más plumas al nido.
“Hemos realizado un experimento con dos tipos de tratamientos y un grupo control. En total observamos el comportamiento de 50 parejas de gorriones”, declara a SINC Lola García López de Hierro, investigadora principal del estudio.
Según sus resultados, el transporte de las plumas podría ser producto de la selección sexual por parte de las hembras, ya que invierten más energía en la reproducción si tienen más plumas en el nido. “Son un gran aislante y las hembras saben que morirán menos pollos si el macho lleva más plumas”, asegura la experta.
El experimento se llevó a cabo el entorno natural de la isla de Dassen (Sudáfrica) y es la primera vez que se ha descrito este comportamiento en el gorrión común.
Quitar y poner plumas
Los investigadores quitaron y pusieron plumas en los nidos de las cincuenta parejas de gorriones en diferentes estadios de reproducción de estas aves.
Una primera fase del tratamiento consistió en observar durante una hora el comportamiento de las parejas con crías de menos de cinco días para registrar diversas variables y ver su comportamiento si les quitaban una serie de plumas o si las dejaban. Posteriormente repitieron el experimento con pollos de más de diez días.
“Para las pruebas contamos con filmaciones del nido en las que recogimos los comportamientos de los gorriones y, con una tabla de variables, concluimos que cuantas más plumas hubiera en el nido, mayor número de huevos ponían los gorriones”, apunta García-López de Hierro.
También observaron que las hembras al ver que les faltaban plumas en el nido llamaban a sus machos de forma exagerada, a lo que los gorriones respondían transportando más plumas y realizando un baile alrededor de la hembra al regresar.
Pájaros monógamos
El 90% de los gorriones son monógamos y mantienen sus parejas de un año a otro; sin embargo, en la elección de pareja interfieren numerosos factores. Por ejemplo, la mancha negra que tienen los machos en el pecho –comúnmente denominada babero–, indica su calidad biológica según el tamaño. “Cuanto más grande, mayor calidad, un aspecto fácilmente seleccionable por las hembras”, explica la científica.
Otros factores demostrados sobre la capacidad biológica del macho son el rojo de la cabeza, es decir, “cuanto más caroteno invierten en el color de las plumas, mayor éxito sexual”, y la relación entre el tamaño del pico y el tamaño del tarso.
Referencia bibliográfica:
Lola García López de Hierro, Marcos Moleón y Peter G. Ryan. “Is Carrying Feathers a Sexually Seleted Trait in House Sparrows?” Ethology (2013) 119: 199-211.
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