La gestión de las zonas forestales, los cambios en el uso del suelo y el tipo de vegetación son los principales factores que determinan las emisiones de gases de efecto invernadero, como el CO2 y el metano, en ecosistemas naturales y tierras agrícolas del África Subsahariana. Así lo recoge la mayor recopilación de estudios en este ámbito realizada por un equipo internacional de investigadores, con la participación de la Universidad Politécnica de Madrid.
Un investigador de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas (ETSIAAB) de la Universidad Politécnica de Madrid ha formado parte de un equipo científico internacional que ha conseguido recopilar la información existente hasta la fecha sobre las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que tienen lugar en agrosistemas y ecosistemas naturales del África Subsahariana, los factores que las producen y las estrategias de manejo que las determinan, así como las posibles vías para su reducción.
Todos los datos recopilados se encuentran disponibles en una base de datos de acceso abierto alojada en el blog que han creado para compartir conocimientos sobre los GEI en el continente africano.
Pese a su especial relevancia como país agrícola (cerca del 60% de la mano de obra está vinculada con este sector) y a la gran vulnerabilidad de los agrosistemas africanos a los efectos derivados del cambio climático, muy poco se conoce sobre las emisiones de gases de efecto invernadero en el África Subsahariana, los factores naturales y antrópicos que las originan y cuál es su contribución y potencial de mitigación a las emisiones globales mundiales.
En este trabajo de revisión realizado por un grupo internacional de investigadores, entre los que se encuentra el profesor de la ETSIAAB Alberto Sanz Cobeña, se ha tratado de recopilar la información existente hasta la fecha sobre las emisiones de gases de efecto invernadero que tienen lugar en agrosistemas y ecosistemas naturales del África Subsahariana.
Un total de 75 estudios en 22 países
Una vez revisada toda la literatura científica disponible en la materia, se analizaron en detalle 75 estudios realizados en 22 países africanos con el objeto de determinar los factores que dan lugar a estas emisiones y las estrategias de manejo que las determinan, así como las posibles vías para su reducción.
Tras analizar los resultados de estos estudios se pudo observar que el principal contribuyente a las emisiones totales del continente es el dióxido de carbono, seguido por el metano y el óxido nitroso. En el primer caso, las principales tasas de emisión tienen lugar cuando se producen cambios en el uso del suelo, muy característicos en sistemas agrícolas dominados por el “corte y la quema” practicados tradicionalmente.
Por su parte, las emisiones de metano ocurren principalmente en cultivos inundados de arroz y en elementos propios del paisaje africano como los termiteros. Y el óxido nitroso, como ocurre normalmente en los sistemas agrícolas, está muy determinado por prácticas de manejo ligadas a la fertilización nitrogenada, principalmente la aplicación de estiércoles. En definitiva, el tipo de vegetación, la gestión de las zonas forestales y los cambios en uso del suelo son los principales factores que determinan las GEI en ecosistemas naturales del África Subsahariana.
En sistemas agrícolas, la incorporación de residuos de cosecha y el uso de estiércoles y fertilizantes sintéticos dan como resultado importantes flujos de emisión. Sin embargo, en estos sistemas existen grandes cambios en la magnitud de la emisión en función del gas de que se trate y del manejo realizado.
En este sentido, mejorar el barbecho con la presencia de leguminosas puede llevar a un incremento de las emisiones de dióxido de carbono y óxido nitroso en comparación con cultivos convencionales, en base a los estudios analizados. El tipo y calidad de los residuos de cosecha es un factor clave para controlar las emisiones de estos gases. Así mismo, la intensidad de la emisión de dióxido de carbono (emisiones por kilogramo de cosecha) fue mínima con dosis de fertilizante entre 100 y 150 kilogramos por hectárea.
Tras el estudio, las principales conclusiones que se pueden sacar son dos. En primer lugar, los sistemas agrícolas y naturales africanos pueden ser una significativa fuente de emisiones a nivel mundial, siendo estas incluso mayores a medio plazo debido a prácticas de cambio en uso del suelo. En segundo lugar, se requieren mediciones adicionales de emisiones de GEI para disminuir la incertidumbre existente sobre las emisiones anuales estimadas y asociadas a distintos usos de la tierra, así como a la efectividad real de potenciales estrategias de mitigación.
Como señala Sanz Cobeña, “África es un vasto continente con muy diversos tipos y usos del suelo, prácticas agrícolas, etc. Para llegar a conclusiones robustas acerca de su papel como contribuyente a las emisiones de GEI globales es necesaria una mayor colaboración internacional tanto en el ámbito científico y académico, como en el socioeconómico”.
Referencia bibliográfica:
Kim, D.G.; Thomas, A.D.; Pelster, D.; Rosenstock, T.S.; Sanz-Cobeña, A. "Greenhouse gas emissions from natural ecosystems and agricultural lands in sub-Saharan Africa: synthesis of available data and suggestions for further research". BioGeoSciences 13 (16): 4789-4809. DOI: 10.5194/bg-13-4789-2016. AUG 29 2016.