Traumatólogos del pasado

Descrita la primera evidencia de una patología en la pata delantera de un 'dientes de sable' hallado en Teruel

Un equipo de paleontólogos ha identificado en el radio derecho –hueso del antebrazo– de un 'dientes de sable' la primera evidencia de una patología ósea en la extremidad anterior de un félido, que constituye además el único fósil de este animal encontrado hasta ahora en Teruel.

Radio derecho de Promegantereon ogygia.
Radio derecho de Promegantereon ogygia. Patología señalada con la flecha roja./ Fundación Dinópolis.

El yacimiento paleontológico de La Roma 2, con una antigüedad de unos 9 millones de años y situado en Alfambra (Teruel), no deja de proporcionar sorpresas. Si hace unos pocos meses se presentaba el descubrimiento de Teruelictis, una nutria terrestre desconocida para la ciencia, ahora el mismo equipo de paleontólogos ha publicado en la prestigiosa revista americana The Anatomical Record un trabajo en el que describen la primera evidencia de una patología ósea en la extremidad anterior de un félido 'dientes de sable' del tamaño de un leopardo, Promegantereon ogygia.

La patología se ha identificado en un radio derecho –hueso del antebrazo– que constituye el único fósil de este animal encontrado hasta ahora no sólo en el yacimiento, sino en toda la Cuenca de Teruel, lo que añade excepcionalidad al hallazgo.

El radio estudiado muestra un grueso recrecimiento óseo (exostosis) en su cara anterior, causado por la lesión y posterior osificación del tendón del músculo abductor pollicis longus, uno de los principales extensores y abductores del dedo pulgar.

Esta patología afectó notablemente a las condiciones de vida del individuo, ya que disminuyó su capacidad para agarrar o arañar

No está claro qué pudo provocar la lesión de este músculo pero los paleontólogos detallan en este trabajo que esta patología afectó notablemente a las condiciones de vida del individuo, ya que disminuyó su capacidad para agarrar o arañar con la pata derecha, una acción necesaria tanto para cazar como para trepar a los árboles.

De esta forma, el animal no sólo vio mermadas sus capacidades para atrapar presas de las que alimentarse sino que también fue incapaz de trepar a los árboles para, por ejemplo, escapar del ataque de otros depredadores de mayor talla que poblaban la zona, como el gran félido “dientes de sable” Machairodus aphanistus, del tamaño de un tigre.

No se ha podido establecer todavía si este individuo de Promegantereon ogygia consiguió recuperarse de su patología o si, por el contrario, fue la causa de su muerte pero se espera que futuras excavaciones en el yacimiento de La Roma 2 proporcionen más fósiles que puedan aclarar este enigma.

Referencia bibliográfica:

MANUEL J. SALESA, MAURICIO ANTÓN, GEMA SILICEO, MARÍA DOLORES PESQUERO & LUIS ALCALÁ. "First Evidence of Pathology in the Forelimb of the Late Miocene Saber-Toothed Felid Promegantereon ogygia (Machairodontinae, Smilodontini)" The Anatomical Record

Fuente: Fundación Dinópolis
Derechos: Creative Commons
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