La mandíbula humana asociada a útiles de sílex y descubierta en el yacimiento de la Sima del Elefante (Atapuerca, Burgos) en 2007 supuso un avance trascendental para conocer a los protagonistas de las primeras ocupaciones humanas de Europa. Ahora, la descripción de esta mandíbula humana de 1.200.000 años de antigüedad es portada de la revista Nature. El equipo de investigación de Atapuerca atribuye la mandíbula a la especie Homo antecessor, y presenta datos inequívocos sobre la presencia de hominidos en el sur de Europa, en una fase muy temprana del Pleistoceno Inferior.
El descubrimiento de la mandíbula llegó el 30 de junio de 2007, durante la campaña de excavación del equipo de investigación de Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell. El hallazgo se produjo en el yacimiento de la cueva Sima del Elefante, a 200 metros del yacimiento de la Gran Dolina. El análisis de los fósiles demuestra ahora que, tanto la mandíbula humana, como los utensilios de sílex de tradición olduwaiense, indican una antigüedad de hasta 1.400.000 años.
En el estudio que publica hoy la revista Nature, los investigadores han determinado que el fósil humano hallado consiste en la sínfisis de una mandíbula (la región anterior de la mandíbula donde se reúnen las ramas horizontales y en cuya parte externa se localiza el mentón que tienen los humanos actuales). La muestra conserva in situ algunos dientes y se asocia a un segundo premolar inferior del mismo individuo encontrado dos días antes.
Según los científicos, la morfología de la cara anterior de la sínfisis es primitiva y recuerda a los fósiles del Pleistoceno Inferior, atribuidos al Homo habilis y Homo rudolfensis. Este nuevo espécimen es también similar a las mandíbulas que datan de hace 1.700.000 años y que fueron encontradas en el yacimiento de Dmanisi (República de Georgia). En cuanto a su cara posterior, el aspecto de la mandíbula es más derivado y los investigadores lo asocian a mandíbulas de yacimientos de Asia.
La primera población europea puede proceder de Próximo Oriente
Los datos que revela la investigación plantean la hipótesis de que la primera población europea procede de la región de Próximo Oriente, donde se cruzan los caminos entre África y Eurasia. Esta primera población europea podría, además, estar relacionada con la primera expansión demográfica fuera de África, que en la actualidad está representada por los homínidos de Dmanisi.
La recopilación de las similitudes y evidencias, y el análisis de las muestras sugieren una especiación (proceso mediante el cuál una población de una determinada especie da lugar a otra u otras poblaciones) en el extremo más occidental de Eurasia. Esta especiación, según indican los científicos, habría originado el linaje humano representado en la actualidad por primeros fósiles hallados en la Gran Dolina de Homo antecessor y por este nuevo fósil de la Sima del Elefante. Las evidencias justifican la asignación provisional de los fósiles al Homo antecessor.
Análisis de los fósiles de sílex
El equipo de investigación ha encontrado 32 piezas de herramientas de sílex junto al fósil de mandíbula humana. Según explican los expertos, “estas piezas podrían haber sido realizadas en el interior de la cavidad a partir de nódulos de sílex del Neógeno y Cretácico, localizados a menos de dos kilómetros del yacimiento”.
Respecto a la técnica de producción de estas herramientas, el estudio demuestra que el objetivo era obtener lascas simples de entre 30 y 75 milímetros de longitud, mediante la percusión con un percutor duro. Con ellas, estos homínidos aprovecharon la carne de algunos grandes herbívoros, según muestran las marcas que los útiles líticos han dejado sobre algunos huesos.
Gracias al estudio de paleomagnetismo, con el que los investigadores han descubierto magnetización inversa en los niveles inferiores de la Sima del Elefante, se demuestra que los niveles de profundidad donde se han encontrado los fósiles pertenecen a la época Matuyama, durante el Pleistoceno Inferior, hace entre 780.000 y 1.780.000 años.
Los niveles de profundidad de la cueva han sido datados mediante el método de núclidos cosmogénicos, producidos por exposición a los rayos cósmicos. Los expertos han analizado las concentraciones de aluminio y de berilio en granos de cuarzo obtenidos en este nivel. La relación isotópica de estos dos elementos varía con una tasa determinada, una vez que los granos de cuarzo quedan enterrados. Mediante este “cronómetro geológico” se ha determinado una edad de entre 1.200.000 y 160.000 años de antigüedad para el nivel TE9, que concuerda tanto con el paleomagnetismo como con la biocronología.
El equipo de investigación está formado por científicos del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social, la Universitat Rovira i Virgili, el Centro Nacional de Investigación sobre Evolucion Humana (Burgos), la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad de Zaragoza, Universidad de Burgos, el Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC), el Centro de Investigación (UCM-ISCIII) de Evolución y Comportamiento Humanos (Madrid), Institució Catalana de Recerca I Estudis Avancats (Tarragona). Esta investigación ha sido financiada por el Ministerio de Educación y Ciencia y la Junta de Castilla y Léon.
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Referencia bibliográfica:
Eudald Carbonell, José M. Bermúdez de Castro, Josep M. Parés, Alfredo Pérez-González, Gloria Cuenca-Bescós, Andreu Ollé, Marina Mosquera, Rosa Huguet, Jan van der Made, Antonio Rosas, Robert Sala, Josep Vallverdú, Nuria García, Darryl E. Granger, Maríaa Martinón-Torres, Xosé P. Rodríguez, Greg M. Stock, Josep M. Vergé, Ethel Allué, Francesc Burjachs, Isabel Cáceres1, Antoni Canals, Alfonso Benito, Carlos Díez, Marina Lozano, Ana Mateos, Marta Navazo, Jesús Rodríguez, Jordi Rosell & Juan L. Arsuaga. “A new discovery at the Sierra of Atapuerca, Spain”. Nature vol. 452 No. 7186: pp 465-469 27 MARZO 2008
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Más información: ilustración sobre Atapuerca.