Un equipo internacional de investigadores ha descubierto una nueva especie de ceratopsiano, un grupo de dinosaurios herbívoros con cuernos que vivió hace entre 65 y 96 millones de años al este de Asia y al oeste de Norteamérica. A pesar de considerarse geográficamente limitados a esta área, los nuevos fósiles craneales se han hallado en lo que es en la actualidad Hungría.
Durante el Cretácico superior (hace entre 65 y 96 millones de años), la mayoría del continente europeo era una compleja serie de islas entre las masas de tierra de África y Eurasia. El descubrimiento – que es el primer hallazgo inequívoco de un dinosaurio cornudo procedente de Europa- de estas especies que habitaban estas islas indica que el intercambio de animales entre Asia y Europa en ese periodo pudo ser posible a través de viajes de isla en isla.
“Este dinosaurio húngaro representa el primer acontecimiento de dinosaurios cornudos en Europa. Los restos revelan claramente que los ceratopsianos originarios de Asia colonizaron el archipiélago occidental de Tethyan (que en la actualidad es la región mediterránea) y por lo tanto Europa”, señala a SINC Attila Osi, autor principal del estudio e investigador en el Museo Húngaro de Historia Natural.
Según el estudio que se publica en el último número de Nature, una de las hipótesis es que la nueva especie de ceratopsiano, Ajkaceratops kozmai, fue capaz de nadar, como otros dinosaurios tipo hadrosaurios, en distancias cortas entre islas, “por lo que pudo alcanzar zonas nuevas hacia el oeste”, declara Osi.
Los cambios periódicos en el nivel del mar pudieron ser otro “factor importante” para conectar a las islas de forma temporal. “Esto pudo proporcionar una oportunidad a estos animales para alcanzar otras áreas de la costa norte del océano Tethys”, afirma el investigador.
Sin embargo, el problema que surge con esta segunda hipótesis es que los científicos no conocen la extensión exacta de las islas, así como el momento preciso en el que pudieron estar conectadas. “El área húngara donde hemos descubierto los fósiles estaban muy probablemente sobre una isla, pero ahora esta área está rodeada por placas tectónicas, así que no sabemos cuál fue el margen original de esta tierra”, comenta a SINC el paleontólogo.
Un dinosaurio viajero
El nuevo ceratopsiano era un animal pequeño de entre uno y un metro y medio de longitud, y herbívoro. “Desempeñó muy probablemente un papel importante en el ecosistema como pasó con otros dinosaurios”, señala Osi. Sin embargo, los científicos explican que, debido a la naturaleza fragmentada de los fósiles hallados, “no se puede decir mucho acerca de la anatomía completa de estos animales”.
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Referencia bibliográfica:
Attila Osi, Richard J. Butler; David B. Weishampel. “A Late Cretaceous ceratopsian dinosaur from Europe with Asian affinities” Nature Vol 465, 27 de mayo de 2010| doi:10.1038/nature09019