La cantidad de uranio-236 en las aguas situadas entre la Riviera italiana y Córcega excede en un factor de 2,5 los valores esperados en esta zona del Mediterráneo, según los análisis realizados por investigadores del Centro Nacional de Aceleradores. Los autores desconocen el motivo, pero apuntan a la planta de reprocesamiento de combustible nuclear de Marcoule (Francia), a las operaciones rutinarias de otras instalaciones nucleares y al accidente de Chernobyl como posibles causas.
Investigadores del Centro Nacional de Aceleradores (CNA, en Sevilla) han estudiado una columna de agua en el Mediterráneo noroccidental, encontrando que la cantidad de uranio-236 (236U) excede en un factor 2,5 a la de otras zonas similares situadas a igual latitud.
En el estudio, publicado en la revista Science of the Total Environment, se han analizado los niveles de este isótopo radiactivo en la estación oceanográfica DYFAMED (Dynamics of Atmospheric Fluxes in the Mediterranean Sea), situada en el mar de Liguria, una zona del Mediterráneo situada entre la Riviera italiana y la isla de Córcega.
Según los autores, el interés del estudio en esta región reside en analizar las potenciales fuentes locales y regionales de uranio-236 que pueden haber afectado a sus aguas y sedimentos, así como a procesos naturales que podrían haber alterado el inventario debido al denominado fallout global (aerosoles radioactivos liberados durante las pruebas nucleares atmosféricas realizadas entre los años 40 y 80 del siglo XX).
El uranio-236 tiene un período de semidesintegración de 23,4 millones de años. Se trata de un radioisótopo sintético, es decir, un isótopo radiactivo que no se encuentra de forma natural en la Tierra y que se crea mediante reacciones nucleares. Sobre todo se produce por activación neutrónica del uranio-235, isótopo natural del uranio. Por tanto, es muy abundante en los reactores nucleares y, en consecuencia, en las emisiones de éstos, accidentales o controladas.
Al ser el uranio un elemento soluble en agua de mar y al haberse introducido el 236U en los últimos 70 años y, en algunos casos, en zonas muy localizadas (por ejemplo, en las emisiones de las plantas de reprocesamiento de combustible nuclear de Sellafield (Reino Unido) y La Hague (Francia)), tiene un gran potencial como trazador oceanográfico.
Como el uranio-236 es un elemento muy minoritario, resulta prácticamente indetectable en el medio ambiente en general, y en agua de mar en particular, por técnicas analíticas previas a la aparición de la espectrometría de masas con aceleradores (AMS).
De hecho, en este estudio se presentan los primeros datos de 236U publicados en el Mar Mediterráneo, y los primeros resultados de este isótop obtenidos con el sistema de AMS de 1 MV del CNA.
Posibles fuentes radiactivas
Los valores obtenidos indican que existen fuentes adicionales de 236U en esta zona además del fallout global. Entre esas posibles fuentes podrían figurar las emisiones controladas de la planta de reprocesamiento de combustible nuclear de Marcoule, en Francia; el accidente de Chernobyl; o las emisiones derivadas de la operación rutinaria de las plantas nucleares situadas en la cuenca Mediterránea.
No obstante, los autores reconocen que necesitan más estudios para averiguar el origen del exceso de 236U en el Mediterráneo occidental.
Esta investigación se ha desarrollado dentro de una colaboración entre el CNA y los Laboratorios Medioambientales de Mónaco de la Organización Internacional de la Energía Atómica (IAEA-MEL) para desarrollar técnicas analíticas basadas en el uso de aceleradores de partículas para el estudio de radionucleidos en muestras marinas.
Referencia bibliográfica:
E. Chamizo, M. López-Lora, M. Bressac, I. Levy, M.K. Pham. "Excess of 236U in the northwest Mediterranean Sea". Science of the Total Environment 565 (2016) 767–776. http://dx.doi.org/10.1016/j.scitotenv.2016.04.142