La proporción de estos isótopos, altamente sensible a las variaciones ambientales, ha permitido reconstruir las precipitaciones de los últimos tres siglos en la cordillera andina de Sudamérica. Estos registros coinciden con la memoria climática reflejada en el grosor de los anillos de crecimiento de los árboles, los corales del Pacífico tropical y los glaciares del sur de los Andes tropicales.
Un equipo de investigación ha descubierto, gracias al análisis de los isótopos que forman parte de sus grandes colmillos, cómo se desplazaban los mamuts lanudos durante las diferentes etapas de su vida. El estudio aporta nuevas pistas sobre la extinción de estos animales.
Hasta ahora los isótopos estables de cadmio se consideraban como el típico ejemplo de núcleos atómicos que vibran alrededor de una forma esférica, pero investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid y otros centros internacionales han demostrado que estos sistemas cuánticos tienen una estructura mucho más compleja, donde coexisten formas más exóticas con aspecto de melón o lenteja.
Se han encontrado cuatro formas diferentes en los isótopos estables de cadmio (tres con aspecto de melón más o menos deformado, y otra similar a una lenteja). / APS/Alan Stonebraker
Cuando se aproximaba el período de hibernación el oso de las cavernas era muy carnívoro. Así lo revela un nuevo estudio, dirigido por el Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social y que ha analizado fósicles del yacimiento de Cova del Toll en Barcelona. El animal, que desapareció hace unos 25.000 años, tenía en general una dieta dominada por vegetales, pero era capaz de adoptar hábitos muy carnívoros en ciertos periodos.
Una investigación liderada por la Universidad del País Vasco ha aplicado técnicas de arqueología biomolecular para analizar la alimentación de un asentamiento de campesinos de época visigoda –siglos VI-VIII d.C–, situado a las afueras del actual municipio de Illescas, en Toledo.
Un estudio liderado por la Universidad del País Vasco ofrece nuevas perspectivas sobre las diferentes prácticas mortuorias de los humanos del Neolítico en Europa Occidental. Los investigadores plantean que las clases inferiores eran enterradas en cuevas. En cambio, para los individuos de mayor rango se reservaban fosas monumentales, cuya construcción implicaba una considerable inversión de mano de obra.
La cantidad de uranio-236 en las aguas situadas entre la Riviera italiana y Córcega excede en un factor de 2,5 los valores esperados en esta zona del Mediterráneo, según los análisis realizados por investigadores del Centro Nacional de Aceleradores. Los autores desconocen el motivo, pero apuntan a la planta de reprocesamiento de combustible nuclear de Marcoule (Francia), a las operaciones rutinarias de otras instalaciones nucleares y al accidente de Chernobyl como posibles causas.
Muestras geológicas de Salamanca, Zamora, La Coruña y Portugal han viajado decenas de miles de kilómetros por varios países del mundo para averiguar la edad de las fallas del oeste de la península ibérica, que ha quedado establecida en 308 millones de años. Según un estudio, coincide con el plegamiento del terreno conocido como Orógeno Varisco, que afectó al oeste de la península e hizo surgir las cordilleras actuales.
Investigadores del Centro Nacional de Aceleradores en Sevilla han analizado el yodo-129 que hay en las algas y las aguas marinas situadas entre Noruega, Suecia y Dinamarca. Los resultados revelan que las concentraciones de este elemento radiactivo han aumentado por las descargas procedentes de las plantas de reprocesamiento nuclear de Sellafield (Reino Unido) y La Hague (Francia).