Científicos de la Universidad Autónoma de Barcelona han estudiado los niveles de estroncio y cesio radioactivo en la costa de Japón durante los últimos años y han comprobado que los niveles de radioactividad en agua son entre 10 y 100 veces mayores que los registrados antes del accidente de Fukushima, que ocurrió justo hace cinco años. Los niveles más altos localizados cerca de la central nuclear indican una fuga contínua de agua contaminada con esos radioisótopos hacia el océano Pacífico.
El 11 de marzo se cumplirán 5 años desde el accidente nuclear en Fukushima, Japón. La central nuclear de Fukushima Daiichi (NPP), gravemente dañada por el terremoto Tohoku y varios tsunamis, vertió compuestos radioactivos en cantidades sin precedentes a la atmósfera y al océano Pacífico. Desde entonces, la compañía que gestiona la central nuclear (Tokyo Electric Power Company, TEPCO) y las autoridades japonesas centran sus esfuerzos en controlar el flujo de agua que entra y sale de la central, y en almacenar las aguas altamente radioactivas, utilizadas como refrigerante en los reactores dañados (cerca de 300 m3 al día), para someterlos a un proceso de descontaminación parcial.
Un nuevo estudio, publicado recientemente en la revista Environmental Science and Technology por investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona, emplea datos de concentraciones de estroncio 90Sr y cesio 134,137Cs en la costa de Japón desde el accidente hasta septiembre de 2013 y ofrece una perspectiva global incluyendo datos publicados hasta junio de 2015. El trabajo continúa el trabajo iniciado después del accidente de 2011 por algunos de los coautores.
Estos y otros investigadores de Bélgica y Japón colaboran en la actualidad en el proyecto europeo FRAME liderado por el investigador Pere Masqué con el objetivo de estudiar el impacto de las fugas recientes de la central nuclear de Fukushima en el medio marino. FRAME es parte del proyecto europeo COMET.
El agua de mar recolectada entre la superficie y 500 m de profundidad en el área comprendida entre 1 y 110 km desde NPP contenía concentraciones máximas de 9, 124 y 54 becquerelios/m3 de 90Sr, 137Cs y 134Cs, respectivamente. Las concentraciones más altas estaban situadas a menos de 6 km desde la central y eran aproximadamente 9, 100 y 50 veces mayores que los valores previos al accidente. Anteriormente, la fuente principal de dichos radionúclidos eran los ensayos con bombas nucleares perpetrados en los años 50 y 60.
Las muestras presentaban 134Cs (no detectable antes del accidente) y una relación característica entre el 90Sr y el 137Cs, sugiriendo la fuga de 90Sr a razón de 2,3 – 8,5 GBq/d (giga-Becquerel por día) desde la central nuclear al Pacífico en septiembre de 2013. Dicha fuga superaría entre 100 y 1000 veces la cantidad de 90Sr aportada por los ríos.
Existe además el peligro asociado a los tanques de almacenamiento, los cuales han sufrido varias fugas de agua contaminada en el pasado. Los resultados concuerdan con los datos aportados por TEPCO que muestran niveles de 90Sr and 137Cs de hasta 10 y 1000 Bq/m3 cerca de los canales de descarga incluso en junio de 2015 (últimos datos incluidos en el estudio). Los resultados de este estudio indican la necesidad de realizar un control continuo de los niveles radioactivos en el océano Pacífico.
Referencia bibliográfica:
Castrillejo et al. "Reassessment of 90Sr, 137Cs, and 134Cs in the Coast off Japan Derived from the Fukushima Dai-ichi Nuclear Accident". Environ. Sci. Technol., 2016, 50 (1), pp 173–180 DOI: 10.1021/acs.est.5b03903.
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