Kaja y Anna, como las han llamado cariñosamente los biólogos, son dos nuevas especies de tiburón sierra halladas en aguas poco profundas del océano Índico occidental. Los científicos temen que estos escualos de seis branquias y protagonistas del #Cienciaalobestia se vean amenazados por la sobrepesca.
Mientras investigaban las pesquerías de pequeña escala en el océano Índico, entre las islas de Madagascar y Zanzíbar (Tanzania), un equipo internacional de investigadores encontró por casualidad dos tiburones sierra, que en lugar de tener cinco branquias, tenían seis, y que eran nuevos para la ciencia.
“Los tiburones sierra de seis branquias son realmente extraordinarios ya que la mayoría de estos escualos tienen cinco hendiduras branquiales a cada lado”, recala Simon Weigmann, del Laboratorio de Investigación sobre los Elasmobranquios en Hamburgo (Alemania) y autor principal del estudio que se ha publicado en la revista PLoS ONE, que se emocionó con el hallazgo de las dos nuevas especies.
Los tiburones, denominados Pliotrema kajae y Pliotrema annae –Kaja y Anna, cariñosamente–, fueron encontrados a poca profundidad y medían cerca de 1,5 metros de longitud. Su apéndice rostral u hocico en forma de sierra era largo con afilados dientes de diferentes tamaños que se alternaban para que los grandes encajaran con los pequeños.
Este tipo de peces carnívoros, que tienen sus órganos sensoriales con bigotes cerca de su boca para detectar presas como peces, crustáceos y calamares, viven sobre todo en las aguas templadas de los tres principales océanos (Pacífico, Atlántico e Índico).
Sin embargo, las poblaciones de estos escualos han disminuido en las últimas dos décadas debido a la pesca comercial. Las dos nuevas especies no serán una excepción y probablemente también se verán afectadas debido a la poca profundidad a la que se han encontrado.
Vista ventral de las dos nuevas especies de tiburones descubiertas. / Simon Weigmann et al.
“Esta suposición, junto a su rango limitado y la aparente rareza de ambas especies, plantea la preocupación de que sean vulnerables a la sobrepesca y que puedan estar en continuo declive”, subraya Weigmann.
Según el investigador, esto podría ser especialmente alarmante en el caso del tiburón sierra Anna por su pequeño rango conocido, su rarea y el hecho de aparecer en aguas poco profundas. “La especie solo se conoce en profundidades de 20 a 35 metros”, indica el biólogo marino.
El hallazgo de especímenes de museo sin identificar, coincidentes con las dos nuevas especies por parte del equipo también demostró lo infravalorado que está el registro de tiburones y la necesidad de evaluar el impacto de la sobreexplotación en estos peces.
“El descubrimiento refuerza lo importante que es el océano Índico occidental en términos de biodiversidad de tiburones y rayas, pero sobre todo nos muestra todo lo que aún nos queda por conocer”, afirma Andrew Temple, de la Universidad de Newcastle (Reino Unido) y coautor del estudio.
El trabajo también recalca la importancia de trabajar con comunidades locales. “Sin la ayuda de los pescadores, no hubiéramos descubierto estos animales. El conocimiento de su entorno es excepcional y nuestra misión es ayudarlos a preservar los animales marinos y los ecosistemas de los que dependen para sobrevivir”, concluyen los investigadores.
Referencia:
Simon Weigmann et al. “Revision of the sixgill sawsharks, genus Pliotrema (Chondrichthyes, Pristiophoriformes), with descriptions of two new species and a redescription of P. warreni Regan” PLoS ONE 18 de marzo de 2020