Un método de reciclaje de neumáticos desarrollado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la empresa Enreco 2000 ha sido seleccionado por el Foro Económico de Astaná como una de las mejores tecnologías de la Unión Europea susceptibles de aplicación industrial. La técnica consiste en someter a los neumáticos fuera de uso a un proceso térmico para convertirlo en combustibles y gases capaces de generar energía eléctrica.
Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas del CSIC, en colaboración con la empresa española Enreco 2000, han desarrollado un método de reciclaje de neumáticos que ha sido seleccionado por el Foro Económico de Astaná como una de las mejores tecnologías de la Unión Europea con posibilidades de aplicación industrial.
Este proyecto será presentado en el VIII Congreso de Innovación que alberga este foro internacional y que se celebra durante esta semana en la capital de Kazajistán, según informa el CSIC en un comunicado.
“El nuevo método de reciclaje consiste en someter a los neumáticos fuera de uso a un proceso térmico para convertirlos en combustibles y gases capaces de generar energía eléctrica. A través de dos etapas consecutivas, destilación y gasificación, se consigue el total aprovechamiento energético de los neumáticos”, explica Félix López, investigador del Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas y responsable del proyecto.
De la primera fase, la destilación, resulta un aceite que se obtiene mediante condensación a baja temperatura de la fracción volátil, que posteriormente se transforma en gasolina y diésel. Después, en la segunda etapa, los gases que no hayan sido condensados se transforman en energía eléctrica, mientras que el residuo sólido, denominado char, se transforma en gas combustible mediante un proceso de gasificación, añade López.
Problema medioambiental
En España se producen cada año unas 240.000 toneladas de neumáticos al año. Las dificultades que presenta el reciclado, reutilización y eliminación de esa cantidad de neumáticos una vez están fuera de uso suponen un grave problema medioambiental debido a la toxicidad de las emisiones por combustión o incineración.
Según López, la tecnología desarrollada es totalmente innovadora, tanto en los aspectos conceptuales del proceso como en los de ingeniería y diseño. “La principal ventaja es que no genera residuos ni emisiones, y transforma el neumático en combustibles y energía eléctrica. Por lo tanto, contribuye a la disminución de las emisiones de CO2”, concluye el investigador.