Científicos españoles han colaborado en un estudio que demuestra que los herbívoros ungulados son capaces de seleccionar plantas con un nivel adecuado de proteínas y minerales esenciales, evitando sustancias tóxicas como el azufre. Se tarta de un hallazgo que permite conocer mejor cómo afectaría a estos animales un cambio en la vegetación de su hábitat.
Un estudio internacional en el que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha descubierto que los grandes herbívoros ungulados tienen en cuenta, a la hora de elegir alimento, el nivel de toxicidad de las plantas, así como sus nutrientes, proteínas y minerales. El trabajo, publicado en la revista PLOS ONE, podría ayudar en la gestión de estos animales en cotos de caza y granjas.
“Se confirma empíricamente la capacidad de los herbívoros ungulados de evitar la presencia en su dieta de cantidades excesivas de minerales tóxicos, como el azufre” asegura Jorge Cassinello, investigador del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (CSIC).
“Esto se realiza a través de una incorporación muy selectiva de plantas en la dieta, añadiendo en menor cantidad aquellas que, a pesar de tener proteínas y minerales esenciales, tales como calcio, manganeso, potasio y fósforo, muestran niveles en el umbral de ser tóxicos”, añade el científico.
Selección de plantas
Para esclarecer qué plantas son las preferidas dentro de la dieta, los investigadores han relacionado los restos vegetales contenidos en las heces de ciervos comunes (Cervus elaphus) con la disponibilidad de esas plantas en el entorno. El análisis se realizó con las 35 plantas más abundantes en la zona de estudio, de las cuales los ciervos preferían 23, entre las que se encontraban, por ejemplo, el lentisco, las jaras y la encina.
“Tras los exámenes de las plantas preferidas y no preferidas, así como de su contenido en minerales y proteínas, pudimos establecer por medio de test estadísticos las características de las plantas que prefieren en su dieta los ciervos y aquellas que no prefieren o rechazan. De ahí pudimos concluir que el factor que mejor explica la selección de la dieta en el ciervo es la presencia de cantidades tóxicas de sulfuro”, añade Cassinello.
Este estudio aporta información acerca de las consecuencias que pueden tener sobre la comunidad de herbívoros los cambios en la composición florística de un lugar, y viceversa, es decir, cómo afecta la presión de los herbívoros a la interacción entre plantas de una comunidad vegetal. Aquellas con presencia de minerales tóxicos podrían sobrevivir mejor ante la presencia de herbívoros.
Estos resultados, aseguran los autores, permitirán mejorar la gestión de los herbívoros en cotos de caza y granjas.
Referencia bibliográfica:
Ceacero, F. et al. “Avoiding Toxic Levels of Essential Minerals: A Forgotten Factor in Deer Diet Preferences”. PLOS ONE. DOI: 10.1371/journal.pone.0115814