La fábrica de productos químicos de Monzón (Huesca), el último centro industrial que producía dicofol en Europa, ha sido instada por una resolución del Instituto Aragonés de Gestión Ambiental a abandonar la fabricación de este producto químico. El dicofol es un plaguicida considerado según diversas legislaciones internacionales dañino para el medio ambiente y para la salud humana.
El Instituto Aragonés de Gestión Ambiental, perteneciente al Gobierno de Aragón, otorgó el pasado 27 de marzo la licencia de Autorización Ambiental Integrada (AAI) a la empresa de productos químicos Montecinca de Monzón con la condición de no producir dicofol a partir de la fecha de la resolución. La empresa producía el producto mediante un proceso integrado en ciclo cerrado, apareciendo DDT como intermediario.
El Ministerio de Medio Ambiente solicitó al Gobierno de Aragón el cese de esta actividad productiva con el fin de cumplir con los compromisos internacionales. El Convenio de Estocolmo, del cual España forma parte, tiene por objeto proteger la salud humana y el medio ambiente frente a los contaminantes orgánicos persistentes (COP), eliminándolos, o cuando esto no sea posible, reduciéndolos. El convenio incluye al dicofol, en cuya producción aparece DDT como intermediario en ciclo cerrado y en emplazamiento limitado.
Además las últimas informaciones manejadas en el Grupo de Trabajo sobre químicos PBT (persistentes, bioacumulables y tóxicos) de la UE parecen indicar que el dicofol será clasificado como una sustancia PBT y como COP. Todo apunta que el dicofol deje de estar autorizado como producto fitosanitario en la UE. Así en la Directiva Marco del Agua, actualmente en negociación, considera el dicofol como una sustancia dañina.
En 2005 la Confederación Hidrográfica del Ebro le otorgó una autorización de vertido a Montecinca exigiendo que éste estuviera exento del DDT a partir de enero de 2008.