El hallazgo de 41 langostillas nuevas obliga a revisar la clasificación actual de su género

Si bien se trata de especies morfológicamente similares, un análisis genético ha demostrado que poseen suficientes diferencias como para ser consideradas especies distintas. Este hecho ha provocado la ‘resurrección’ de tres nombres científicos de galateidos que se descartaron erróneamente en el pasado.

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Una investigación taxónomica recopila 41 nuevas especies de galateidos en todo el mundo. / Zootaxa

Hasta hace poco, el género Phylladiorhynchus Baba contenía un total de once especies de galateidos (o langostillas), todas presentes en aguas poco profundas y en la plataforma continental de los océanos Índico y Pacífico. No obstante, recientes expediciones en estos océanos han desembocado en la recolección de numerosos especímenes nuevos que necesitan ser analizados.

Recientes expediciones en los océanos Índico y Pacífico han desembocado en la recolección de numerosos especímenes nuevos de langostilla que necesitan ser analizados

A través de un enfoque integrador que analiza caracteres tanto morfológicos como moleculares, investigadores del Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB-CSIC) y del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) han descrito 41 especies nuevas de estos crustáceos en la revista Zootaxa. Durante el proceso, también han resucitado tres nombres antiguos: P. integrus, P. lenzi, y P. serrirostris, que en el pasado se consideraron erróneamente similares a otras especies.

“Cuando se revisan especies de un género hay que estudiar toda su historia relacionada, como cuándo y dónde se describieron. Para Phylladiorhynchus había especies consideradas como sinónimos de otra especie con una amplia distribución. No obstante, al estudiarlas en detalle vimos que eran diferentes y válidas, por lo que había que recuperar los nombres”, explica a SINC Paula Rodríguez-Flores, primera autora del estudio.

Las características de las langostillas

En el trabajo se describen e ilustran la mayoría de las nuevas especies del género. Algunas son apenas discernibles a escala morfológica, pero son muy divergentes genéticamente, según los investigadores.

En el trabajo se describen e ilustran la mayoría de las nuevas especies del género. Algunas son apenas discernibles a escala morfológica, pero son muy divergentes genéticamente, según los investigadores

Las especies de Phylladiorhynchus se distinguen por varias características: las espinas epigástricas y espinas laterales del caparazón, la forma y el armazón del rostro, el número y patrón de las crestas en el caparazón y el pleón (región posterior), etc. Es más, en el estudio se proporciona una clave de identificación dicotómica para las 41 especies.

Aunque estas langostillas tienen un gran interés desde el punto de vista biológico, no sucede lo mismo desde una perspectiva gastronómica: “Estas especies son muy pequeñas, entre 2 y 5 milímetros, así que no tienen interés para el consumo. En realidad, tienen un abdomen poco musculoso y por eso no se comen”, comenta Rodríguez-Flores.

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Varias especies de langostilla recién descubiertas en el estudio. / Zootaxa

Los retos de la investigación taxonómica

“Describir 41 especies de golpe requiere un esfuerzo muy grande. Hay zonas del mundo todavía sin explorar y se estima que casi dos tercios de la diversidad marina está aún por descubrir. Las expediciones científicas en zonas remotas como Papúa Nueva Guinea, Polinesia Francesa, Madagascar, Nueva Caledonia o Samoa Americana han sido clave en este trabajo”, asegura la investigadora, que actualmente trabaja en el Museo de Zoología Comparada de la Universidad de Harvard.

La labor taxonómica no resulta muy apreciada en ciencia, especialmente en España, a pesar de que su conocimiento es la base de la investigación científica en biodiversidad

Paula Rodríguez, CEAB-CSIC

Además del papel fundamental de las colecciones científicas que albergan material de siglos atrás y permiten comparar y estudiar diferencias entre especies, la secuenciación de marcadores genéticos también ha ayudado mucho a los autores de este trabajo. Esto les ha permitido identificar especies que morfológicamente son similares, pero genéticamente no, por lo que pueden pasar desapercibidas a simple vista.

“Desgraciadamente, la labor taxonómica no es muy apreciada en ciencia, especialmente en España. Tenemos escasa o nula financiación. Aparentemente tiene poco impacto, a pesar de que el conocimiento taxonómico es la base de la investigación científica en biodiversidad”, zanja Paula Rodríguez-Flores.

Referencia:

Rodriguez-Flores, P. C., Macpherson, E., & Machordom, A. (2021). Revision of the squat lobsters of the genus Phylladiorhynchus Baba, 1969 (Crustacea, Decapoda, Galatheidae) with the description of 41 new species. Zootaxa, 5008(1), 1-159.

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons.
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