El investigador Svante Pääbo (Estocolmo, 1955) ha sido galardonado con el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica de 2018. El científico es considerado uno de los fundadores de la paleogenética y ha dirigido el proyecto de secuenciación completa del genoma del neandertal. También demostró que otra especie humana –los denisovanos– contribuyeron en un 5% al genoma de los actuales habitantes de Australia y otras zonas de Oceanía.
Director desde 1997 del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig (Alemania), Svante Pääbo lanzó el proyecto de secuenciación del genoma neandertal. El primer borrador se presentó en Science en el año 2010 y confirmó que los seres humanos modernos se hibridaron a su salida de África con los neandertales hace menos de 100.000 años.
La investigación liderada por el profesor de Biología Molecular Evolutiva en la Universidad de Leipzig permitió descubrir que un 2% del genoma de los humanos modernos no africanos proceden del neandertal.
Mientras trabajaba en este proyecto el experto descubrió, a través del estudio de unos restos procedentes de la cueva de Denisov en Siberia, un nuevo tipo de hominino desconocido hasta ese momento, al que denominaron denisovano, por el nombre de la cueva. Fue el primero extinguido y descrito exclusivamente a través de datos genéticos.
Según el estudio, del fósil hallado, un falange de dedo de hace unos 30.000 años, se logró extraer ADN mitocondrial que contenía una secuencia genética inusual, lo que sugería que se trataba de una forma de homínido antigua no descrita hasta ese momento. Los denisovanos contribuyeron en un 5% al genoma de los actuales habitantes de Australia y otras zonas de Oceanía, incluyendo la isla de Papúa Nueva Guinea.
El ADN de las momias
Tras cursar estudios de Historia de la Ciencia, Egiptología, Ruso y Medicina en la Universidad de Uppsala (Suecia), Pääbo demostró en los años 80 que podía analizar el ADN de momias egipcias. Su labor se centró en desarrollar métodos para rescatar secuencias de ADN antiguo.
Su metodología ha sido utilizada para el estudio de la filogenia y la genética de poblaciones de animales extinguidos, como los mamuts, los perezosos terrestres, los osos de las cavernas y los moas, un tipo de ave no voladora.
En 1997, Pääbo logró recuperar secuencias de ADN mitocondrial de muestras de un espécimen de neandertal, lo que supuso la primera vez que se extraían datos genéticos moleculares de un fósil de hominino. En 2004, el científico adaptó y aplicó técnicas de alto rendimiento de secuenciación del ADN a ADN antiguo. Esto abrió la posibilidad de analizar el genoma completo de organismos extinguidos.
Svante Pääbo ha recibido doctorados honorarios de varias universidades. Entre los reconocimientos que ha recibido destacan el Premio Louis Jeantet de Medicina (Suiza, 2005), el Kistler Prize (EE UU, 2009), el Gruber Genetics Prize (EE UU, 2013), el Breakthrough Prize in Life Sciences (EE UU, 2015), el Keio Medical Science Prize (Japón, 2016), el Premio Dan David (Israel, 2017) y el Human Frontier Science Program Organization Nakasone Award (2018). También tiene la Medalla Theodor Bücher de la Federación Europea de Sociedades Bioquímicas y la Medalla de S. M. el Rey de Suecia.