El grupo de Investigación de Biomecánica Humana y Deportiva de la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y la Asociación de Investigación y Desarrollo del Calzado y Afines de Toledo (ASIDCAT) ha confirmado que el calzado de los niños y niñas aumenta seis números durante los años de Educación Primaria. Los datos servirán para ajustar las hormas y adaptar mejor el calzado a las características de los pies infantiles.
El origen del proyecto, explica el profesor Xavier Aguado, está en la ausencia de información científica sistematizada sobre la evolución y el desarrollo del pie en edades comprendidas entre los seis y los doce años: "En la primera fase de la investigación el equipo seleccionó una muestra de población integrada de 1.134 niños y niñas toledanas, que pasaron por un escáner óptico tridimensional para obtener medidas de ambos pies".
Entre otros resultados, el estudio ha constatado que el pie de los niños crece al mismo ritmo que su estructura, que existen diferencias entre los pies de los niños y de las niñas desde los primeros cursos de Educación Primaria y que el pie se desarrolla a ritmos distintos a lo ancho y a lo largo.
Con la información obtenida en este proyecto, ampliado en una segunda fase a 1.500 niños de las otras provincias castellano-manchegas, se obtendrán medidas que permitirán conocer las dimensiones con las que fabricar las hormas del calzado infantil, saber si la evolución del tamaño del pie es siempre pareja a la edad o si hay edades en las que se estanca o crece más rápido, conocer las diferencias entre niños y niñas, las dismetrías entre ambos pies y si los pies de los niños con sobrepeso u obesidad tienen algún tipo de particularidad.
El estudio ha contado con la financiación de Fondos FEDER y el apoyo de la Consejería de Educación, Ciencia y Cultura de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Entre las entidades que han colaborado en la investigación se encuentra el Instituto Tecnológico del Calzado y Conexas (INESCOP), con más de treinta años de experiencia y un gran prestigio internacional.
El pájaro robótico PigeonBot II, probado con éxito en un túnel de viento y de manera autónoma al aire libre, logra volar de manera similar a estas aves, sin aleta vertical. Sus aplicaciones abren el camino para diseñar aviones más eficientes en combustible.
La Fundación BBVA ha galardonado al informático japonés, de la Universidad Carnegie Mellon (EE UU), por crear los algoritmos que permiten a las máquinas comprender las imágenes y procesar los movimientos. Sus técnicas están presentes en los coches autónomos, los drones y todos los robots con capacidad de visión, como los que se usan en cirugía.
