Los resultados de un estudio realizado en la Universidad Politécnica de Madrid confirman que el uso del biodiésel disminuye las concentraciones de gases de efecto invernadero que emiten los vehículos. Los datos se han obtenido tras efectuar un 'análisis de ciclo de vida' del biodiésel en autobuses urbanos de Madrid.
Un grupo de investigación del INSIA, uno de los centros de I+D+i de la UPM, ha realizado un 'análisis de ciclo de vida' aplicado al uso de biodiésel en autobuses urbanos para analizar y cuantificar la energía consumida primaria y fósil, así como las emisiones de gases de efecto invernadero.
El biodiesel, el objeto de estudio de este trabajo, es uno de los combustibles alternativos al petróleo y procede de recursos renovables como aceites vegetales, grasas animales u aceites de cocina usados. La investigación se ha centrado en dos tecnologías de post-tratamiento de gases de escape: la reducción catalítica selectiva con urea (SCR+Urea) y la recirculación de gases de escape con filtro de partículas (EGR+DPF).
El análisis de ciclo de vida se aplicó sobre dos autobuses pertenecientes a la Empresa Municipal de Transportes de Madrid, cada uno con su tecnología de post-tratamiento de gases de escape, en combinación con el uso de los tres tipos de combustibles: gasóleo, B20 (20% de biodiésel y 80% de gasóleo) y B100 (100% biodiésel).
Entre los principales resultados se encontró que el uso de este tipo de combustible reduce las emisiones de gases de efecto invernadero, aunque el consumo de energía primaria se ve incrementado. Sin embargo, sólo un bajo porcentaje de esta energía corresponde a energía fósil ya que el biodiésel se obtiene a partir de recursos no fósiles como son las plantas oleaginosas o grasas animales. Asimismo, se observó un incremento en las emisiones de óxidos de nitrógeno y una reducción en las partículas. Esta tendencia se acrecienta con el aumento de la mezcla.
La totalidad de energía fósil consumida por el uso de biodiésel se da en los procesos de cultivo y transesterificación (intercambiar el grupo alcoxi de un éster por otro alcohol), por lo que en el primero se deberían buscar alternativas para reducir el consumo de fertilizantes que requieren de una importante cantidad de energía fósil en su producción y, en el segundo, se podrían implantar sistemas de cogeneración que utilicen fuentes de energía renovable en las plantas de transesterificación para aumentar su eficiencia energética.
Estos resultados pueden utilizarse -según sus promotores- como información orientativa en la implementación de políticas gubernamentales en materia medioambiental relacionada con el transporte por carretera interurbano en España, ya que proporciona información detallada extraída de una extensa revisión de bibliografía y de diversas bases de datos reconocidas en la comunidad científica, como GEMIS y GaBi 4. En esta última, se ha llevado a cabo la modelización de los balances de energía, masa y emisiones de los procesos más relevantes analizados en este estudio.
El sector del transporte por carretera tiene una gran influencia en el impacto medioambiental, ya que su crecimiento en los últimos años ha provocado un agotamiento de los recursos energéticos fósiles (como el petróleo y el gas natural entre otros) además de una alta generación de emisiones de gases de efecto invernadero (entre las más importantes se encuentran las emisiones de dióxido de carbono). Debido a esta problemática, actualmente la comunidad científica está investigando tanto nuevos combustibles alternativos como nuevas tecnologías de post-tratamiento de gases de escape.
Referencia bibliográfica:
Garcia-Sánchez, JA; López-Martínez, JM; Flores-Holgado, N; Arenas-Ramírez, B. "Life Cycle Analysis of Euro IV urban buses". DYNA 87 (1): 45-57. 2012.