Estrategias del virus de la polio

Investigadores del Centro de Biología Molecular “Severo Ochoa” (CSIC-UAM) han estudiado el mecanismo empleado por el virus de la polio para evitar la respuesta antiviral de la célula. A su vez proponen un modelo en el que explican como cierta proteína del sistema inmune es capaz de contrarrestar dicho mecanismo.

Estrategias del virus de la polio
Representación esquemática de la exportación de mARN y los efectos en ella de la proteasa 2A del virus de la polio y del IFN-gamma.

Los virus son parásitos intracelulares obligados, ya que dependen de la maquinaria biosintética de la célula hospedadora para cumplir su ciclo biológico y dar lugar a su progenie. Las células infectadas activan un programa de respuesta antiviral, que conlleva la síntesis de proteínas destinadas a interferir con la replicación del virus o de prevenir a las células vecinas y al sistema inmune.

Muchos de estos mecanismos requieren la producción de nuevos ARN mensajeros (mARNs) en el núcleo de la célula, que son transportados al citoplasma (núcleo y citoplasma están separados por la envuelta nuclear) a través del poro nuclear, para luego traducirse en las proteínas efectoras.

Recientemente, en el laboratorio del Dr. Luis Carrasco (UAM), el Dr. Alfredo Castello (CBM) en colaboración con el Dr. Jose Maria Izquierdo (UAM) y Ewelina Welnowska (CBM), han realizado un estudio publicado en el Journal of Cell Science, describiendo que la proteasa 2A del virus de la polio es capaz de bloquear la comunicación entre el núcleo y el citoplasma celular mediante el corte de la Nucleoporina 98 (Nup98), componente del poro nuclear. La rotura proteolítica de esta proteína ocurre de manera rápida y eficaz después de la expresión de la proteasa 2A en células humanas y da lugar a la acumulación de los ARNs que están siendo sintetizados en el núcleo. Afectando a la función del poro nuclear, el virus de la polio puede prevenir la salida de los ARNs al citoplasma y, con ello, la respuesta antiviral de la célula. En otras palabras, el virus corta la comunicación entre la “cabeza” y el “cuerpo” de la célula para evitar que ésta pueda sobreponerse a la infección.

Por otro lado, el interferón gamma (IFN-γ), que es sintetizado por ciertas células del sistema inmune, induce un aumento específico en la cantidad de Nup98 en la célula. Cuando la proteasa 2A se expresa en estas condiciones no puede romper toda la Nup98 disponible, de modo que es incapaz de bloquear las comunicaciones entre el núcleo y el citoplasma de la célula. Así, los mARNs sintetizados como respuesta a la infección pueden llegar al citoplasma, donde darán lugar a proteínas destinadas a interferir con la replicación del virus.

En conclusión, los autores de este trabajo proponen un atractivo modelo en el que una proteína efectora de un virus, como la proteasa 2A del virus de la polio, es capaz de bloquear la respuesta antiviral mediante el corte de la Nup98; mientras que la presencia de una proteína efectora del sistema inmune, como el IFN- γ, es capaz de prevenir estos efectos.

Fuente: Universidad Autónoma de Madrid (UCCUAM)
Derechos: Creative Commons

Solo para medios:

Si eres periodista y quieres el contacto con los investigadores, regístrate en SINC como periodista.

Artículos relacionados