Geoarqueólogos del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana han realizado un estudio sobre la extensión, profundidad y dirección de los yacimientos de Gran Dolina y Complejo Galería gracias a la técnica de Tomografía de Resistividad Eléctrica. Los investigadores han descubierto no solo la entrada al Complejo Galería a escasos dos metros al oeste del yacimiento de Covacha de los Zarpazos, sino también que la Gran Dolina continúa hacia el interior de la Sierra de Atapuerca pero solo por su parte superior.
Lucía Bermejo Albarrán forma parte del equipo de geoarqueólogos del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), que ha publicado recientemente en la revista Quaternary International un estudio de prospección geofísica entre los yacimientos burgaleses de Gran Dolina y Complejo Galería (Atapuerca) para conocer su desarrollo así como su extensión, profundidad y dirección.
Tanto el yacimiento de Gran Dolina como el de Complejo Galería, que incluye Covacha de los Zarpazos, Galería y Tres Simas, son cuevas rellenas de sedimentos que se descubrieron al seccionarse la Sierra de Atapuerca en la construcción de un paso para el ferrocarril minero a principios del siglo XX. Debido a que ambas cuevas están colmatadas, solamente es posible localizar sus entradas y conocer su desarrollo a través de técnicas de prospección geofísica.
Para este trabajo se ha utilizado la Tomografía de Resistividad Eléctrica (ERT en inglés), que es una técnica que consiste en enviar impulsos eléctricos al subsuelo y medir la resistencia que ofrecen los materiales al paso de la corriente a diferentes profundidades. Una vez atribuidos los valores de resistividad que corresponden a cada material, por ejemplo sedimentos y roca caliza, se han determinado la extensión, profundidad y dirección que tienen estas cuevas.
Además con esta técnica es posible hacer una reconstrucción 3D del subsuelo, esto es, del volumen de las cuevas y los sedimentos del área investigada.
“De esta forma hemos podido saber que el yacimiento de Gran Dolina, cuya estratigrafía conocida tiene una altura de al menos 25 metros, continúa hacia el interior de la Sierra de Atapuerca pero solo por su parte superior, es decir, pasa a ser una cueva rellena de sedimentos pero de solo 6 metros de altura”, señala Lucía Bermejo.
Gracias a esta técnica, los investigadores han encontrado la entrada al Complejo Galería a escasos 2 metros al oeste del yacimiento de Covacha de los Zarpazos. “Si tenemos en cuenta que el yacimiento de Galería ha sido interpretado como una trampa natural, esta entrada habría sido la usada por homínidos y carnívoros para acceder a los cuerpos de los herbívoros que cayeron por la entrada vertical de Tres Simas”, explica Bermejo.
Estos resultados tienen una importante implicación a la hora de interpretar los yacimientos, ya que no solo aportan información complementaria acerca del contexto arqueológico, sino que también ofrecen datos decisivos para diseñar las estrategias de excavación.
Referencia bibliográfica:
Bermejo, L., Ortega, A. I., Guérin, R., Benito-Calvo, A., Pérez-González, A., Parés, J. M., Aracil, E., Bermúdez de Castro, J. M., & Carbonell, E. (2016). 2D and 3D ERT imaging for identifying karst morphologies in the archaeological sites of Gran Dolina and Galería Complex (Sierra de Atapuerca, Burgos, Spain). Quaternary International (0). doi:10.1016/j.quaint.2015.12.031