Investigadores del centro tecnológico AZTI-Tecnalia y de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) han conseguido identificar y diferenciar genéticamente a la anchoa del Golfo de Vizcaya, lo que permite distinguirla de ejemplares procedentes de otros partes del mundo. El consumidor contará así con información precisa a la hora de elegir la anchoa cantábrica de calidad y evitar posibles fraudes.
El centro tecnológico AZTI-Tecnalia, especializado en investigación marina y alimentaria, y la UPV-EHU han conseguido identificar genéticamente la anchoa del Golfo de Vizcaya, lo que permite distinguirla, tanto para consumo en fresco como en semiconserva, de los ejemplares procedentes de otros lugares. Este dato es relevante si se tiene en cuenta que, en 2010, el 83% de la anchoa en semiconserva que se vendió en España procedía de caladeros foráneos y que, en este contexto, la semiconserva de anchoa del Cantábrico ha llegado a alcanzar un precio 40 veces mayor que en fresco.
Así, el análisis genético resulta fundamental para poder establecer la trazabilidad de la anchoa del Cantábrico, que posibilite a los consumidores saber si realmente están adquiriendo anchoa cantábrica y evitar posibles fraudes en cuanto al origen del producto. Este proyecto de investigación está financiado por los departamentos de ‘Medio ambiente, Planificación Territorial, Agricultura y Pesca’ e ‘Industria, Innovación, Comercio y Turismo’ del Gobierno Vasco, así como por el Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias (INIA).
El análisis genético resulta el mejor método para la identificación, ya que las anchoas de una misma especie son morfológicamente idénticas y, por tanto, no pueden diferenciarse por su aspecto externo las anchoas del Cantábrico de las de otras procedencias. Para llevar a cabo esta investigación, los científicos han analizado más de 3.000 ejemplares, tanto juveniles como adultos de anchoa europea (Engraulis encrasicolus), procedentes del Golfo de Vizcaya, Mar del Norte, Mar Adriático, Mediterráneo occidental, costa de Cádiz, costa de Portugal y Sudáfrica. Los investigadores han logrado diferenciar de forma concluyente anchoas capturadas en el arco atlántico europeo, la cornisa cantábrica y el mediterráneo.
Sin diferencias morfológicas
Entre las diferentes poblaciones de anchoa europea no existen diferencias morfológicas, ya que pertenecen a la misma especie, lo que ha motivado a los investigadores a desarrollar una metodología de análisis molecular basada en el ADN. El análisis permite determinar la especie y el origen geográfico incluso si el pescado está procesado. Se trata, por tanto, de una herramienta que contribuye a garantizar la calidad de los productos pesqueros, ya sean en fresco o en conserva, y de los productos derivados de la pesca.
La identificación geográfica de la anchoa asegura la trazabilidad y la calidad de este pescado, al tiempo que verifica su calidad ante los consumidores y permite al sector pesquero del Cantábrico dar un valor añadido a uno de sus productos estrella.
A pesar de que el año pasado se reabrió la pesquería de la anchoa en el Golfo de Vizcaya, el 83% de la anchoa en semiconserva que se vende actualmente en España procede de caladeros foráneos, según datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas de Pescados y Mariscos (Anfaco). Las importaciones llegan principalmente de Italia, Marruecos, Argentina, Francia y Croacia.
La anchoa en semiconserva es un producto con gran valor añadido. Mientras que el precio medio en lonja de anchoa fresca del Cantábrico ha sido de 2,72 euros el kilo durante el año pasado, el precio de anchoa en semiconserva con aceite de oliva puede alcanzar los 40 euros para 350 gramos de producto.
Un producto muy valorado
El destinatario final de esta investigación es el consumidor, que valora especialmente la anchoa del Cantábrico, tanto para su consumo en fresco como en conserva. Se trata de una anchoa que presenta unas características sensoriales de firmeza y sabor ligeramente amargo que son muy apreciadas por los consumidores, que tienen todo el derecho a conocer el origen del pescado que consumen.
Pero los ciudadanos no sólo valoran las cualidades culinarias de la anchoa del Cantábrico, también otorgan mucha importancia al hecho de que ser un pescado que se captura de forma sostenible con el medio ambiente. Las artes de pesca empleadas en su recogida son respetuosas con el medio marino y con el resto de especies. Así pues, el factor ecológico resulta también de gran interés para ubicar el origen de la anchoa.
El método de identificación desarrollado por AZTI-Tecnalia y el Departamento de Genética, Antropología Física y Fisiología Animal de la UPV-EHU resulta una herramienta esencial para detectar fraudes en nombres comerciales que pueden inducir a error al consumidor.
El análisis genético resulta el mejor método para la identificación, ya que las anchoas de una misma especie son morfológicamente idénticas y, por tanto, no pueden diferenciarse por su aspecto externo las anchoas del Cantábrico de las de otras procedencias.
Para llevar a cabo esta investigación, los científicos han analizado más de 3.000 ejemplares, tanto juveniles como adultos de anchoa europea (Engraulis encrasicolus), procedentes del Golfo de Vizcaya, Mar del Norte, Mar Adriático, Mediterráneo occidental, costa de Cádiz, costa de Portugal y Sudáfrica. Los investigadores han logrado diferenciar de forma concluyente anchoas capturadas en el arco atlántico europeo, la cornisa cantábrica y el mediterráneo.