En un área de 16 km2 de desierto entre la frontera de EEUU y México, un grupo de científicos ha descubierto un punto caliente de biodiversidad de abejas sin precedentes en Norteamérica. En esta limitada zona, se concentra una de las mayores densidades del mundo de estos insectos, protagonistas del #Cienciaalobestia, con más de 470 especies que logran adaptarse a lugares calientes y áridos.
Desde hace tiempo los científicos que estudian las abejas autóctonas de EE UU sabían que entre los desiertos de Sonora y Chihuahua, en la frontera con México, existía una gran diversidad de abejas. Pero hasta ahora, el número exacto de especies seguía siendo una incógnita.
A lo largo de los últimos años, un equipo de científicos de EE UU, liderado por la Universidad de Rochester, realizó continuas recogidas de ejemplares en esa área, gracias a la ayuda de estudiantes mexicanos, guatemaltecos y estadounidenses. En total, lograron identificar 70.000 individuos.
Gracias a este laborioso trabajo, que ahora se publica en el Journal of Hymenoptera Research, los investigadores pudieron obtener una imagen completa de la diversidad de abejas y así revelar que en un área protegida de 16 km2 de ese desierto norteamericano se concentran más de 470 especies, lo que representa el 14 % de la fauna apícola conocida de EE UU.
Según Robert Minckley, de la universidad estadounidense, y William Radke, del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE UU, se trata de un punto caliente de biodiversidad de abejas sin parangón en una zona fronteriza desértica que atraviesa grandes extensiones de tierra virgen en Norteamérica.
Según el trabajo, la mayoría de estas especies de abejas son solitarias, sin reina ni obreras, que visitan las flores a lo largo de su vida, que suele tener una duración de dos a cuatro semanas. Se especializan en el polen y el néctar de una o pocas plantas.
Además, estas especies del desierto experimentan sequías periódicas, a las que sobreviven los estadios inmaduros entrando en letargo durante años, al igual que las semillas de las plantas del desierto que polinizan.
Los autores recalcan que, en realidad, estimar y comparar la diversidad de abejas es muy difícil, debido a las diferencias en las técnicas de recolección y el tamaño del área estudiada. Gracias a esta investigación, los científicos confirmaron que la diversidad de abejas observada se aproximaba a la verdadera diversidad de abejas de esta región, y comprobaron si aún quedaban muchas más especies por descubrir.
Sin embargo, ante el declive de las abejas debido a la actividad humana, los investigadores sugieren que se necesita información de referencia sobre las abejas autóctonas en este tipo de zonas para evaluar cuánto y cómo los seres humanos perjudican a las faunas de abejas.
Referencia:
Robert Minckley et al. “Extreme species density of bees (Apiformes, Hymenoptera) in the warm deserts of North America” Journal of Hymenoptera Research