Investigan los efectos del cambio climático en la producción de setas

El Centro de Servicios y Promoción Forestal y de su Industria de Castilla y León está llevando a cabo una investigación sobre los efectos del cambio climático en el crecimiento de los árboles y la producción de setas en colaboración con el Instituto Federal de Investigación Forestal de Zurich (Suiza).

El trabajo realizado a lo largo de muchos años y la colaboración con Suiza servirán para adaptar la gestión a las variaciones que se produzcan en el futuro
Los investigadores de Cesefor trabajan en las parcelas de pinos, en concreto, obteniendo muestras de anillos de crecimiento con barrena Presler en Pinar Grande. Foto: Fernando Martínez Peña/DiCYT.

“El primer objetivo es conocer la influencia del cambio climático en la fenología, producción y diversidad de especies fúngicas así como estudiar posibles relaciones entre el crecimiento de los árboles (Pinus sylvestris) y dicha producción fúngica”, explica en declaraciones a DiCYT el director científico del Programa de Micología Forestal y Truficultura de Castilla y León, Fernando Martínez Peña, que lidera estos estudios junto a los investigadores suizos Simon Egli y Ulf Büntchen. “El segundo objetivo es proponer adaptaciones de la gestión forestal al nuevo contexto provocado por el cambio climático”, añade.

Para el estudio dendroclimatológico de las masas de Pinus sylvestris se obtuvieron 800 muestras de los troncos de los árboles mediante un instrumento denominado barrena de Pressler en 18 parcelas de investigación ubicadas en el monte de Pinar Grande (Soria). En cuanto a los datos de producción y diversidad fúngica se utilizaron los 43.000 registros procedentes de las bases de datos de la Red de Parcelas Micosylvodemostrativas de la Junta de Castilla y León, inventariados después de 17 años de muestreos semanales.

Las muestras de Pinus sylvestris obtenidas se han analizado en el Instituto Federal de Investigación Forestal de Zurich por el equipo de Ulf Büntchen. En cuanto al análisis estadístico de los miles de registros procedentes de las bases de datos de producción micológica, se está realizando conjuntamente en dicho centro Suizo por Simon Egli y Fernando Martínez Peña en Cesefor.

El origen de la investigación se remonta a 1995, cuando la Junta de Castilla y León inició un trabajo en Pinar Grande consistente en el estudio de la producción y diversidad de setas en los bosques de Pinus sylvestris. “Para ello se estableció una red de 18 parcelas permanentes de muestreo situadas en masas de seis clases de edad diferentes que se han inventariado semanalmente hasta la actualidad”, comenta el experto.

"Se estableció una red de 18 parcelas permanentes de muestreo situadas en masas de seis clases de edad diferentes"

Referencia mundial

Este trabajo permitió la presentación de dos tesis doctorales y seis publicaciones científicas de impacto internacional. Además, en 2009, esta red de parcelas se integró con el compromiso de perdurabilidad en la red Europea de Áreas Micosylvodemostrativas, constituyendo en la actualidad el segundo lugar del mundo con mayor número de series continuas de registros para el estudio de la influencia del cambio climático en la producción y diversidad de setas.

El estudio de los registros consiste en el análisis de distintos parámetros, como el número y el peso de ejemplares de macromicetes epigeos registrados en las parcelas de investigación, considerando tanto los hongos micorrícicos (los que viven en simbiosis formado ectomicorrizas con Pinus sylvestris), como los hongos saprobios (lo que degradan la materia orgánica muerta), así como analizando con detalle especies de interés comercial como Boletus edulis o Lactarius deliciosus. Igualmente, “se estudia la fenología de la fructificación de las diferentes especies o grupos de especies”, indica el experto.

Paralelamente, las muestras procedentes de los troncos de los árboles se estudian dendrocronológicamente , es decir, se estudia su edad, y se miden los crecimientos de los anillos de los árboles registrados en los últimos 150-170 años. Posteriormente, “se relacionan con variables climáticas con el fin de estudiar la dinámica interanual del crecimiento de los árboles y tratar de anticipar posibles pérdidas de crecimiento provocadas por el calentamiento global”, apunta Martínez Peña.

Finalmente, los científicos buscan relaciones entre el crecimiento de los árboles y la producción de setas “con el fin de construir modelos y poder anticipar las herramientas de gestión más adecuadas para minimizar las pérdidas de producción y diversidad”.

En este sentido, todo apunta a posibles cambios significativos. Recientes estudios han constatado que en el centro y Norte de Europa, donde la humedad es abundante, las campañas de fructificación de las setas se están dilatando en el tiempo (comienzan antes y terminan más tarde), lo que puede ser debido al aumento de temperaturas provocado por el cambio global. Este aumento en el periodo de fructificación afecta particularmente a los hongos saprobios (champiñones, seta de cardo, parasoles) y en menor medida a los hongos micorrícicos (boletus, níscalos, amanitas) ya que viven en simbiosis asociados a árboles y arbustos y tienen ciclos vitales más complicados.

Los resultados permitirán adaptar los actuales tratamientos selvícolas y culturales para minimizar posibles pérdidas de producción y diversidad de setas

La humedad es clave

“En nuestra región, el factor limitante que condiciona el inicio y bondad de la campaña de setas es sobre todo la humedad y, según los datos recogidos en la red de parcelas, percibimos una tendencia a retrasarse el inicio de la fructificación de setas, lo que puede ser especialmente grave para algunos hongos micorrícicos, ya que cuando llegan a darse las condiciones de humedad necesarias ya es demasiado tarde para su ciclo vital o la temperatura es muy baja y limita su fructificación”, señala el investigador.

En cualquier caso, “en el contexto de nuestro estudio, todavía es pronto para extraer conclusiones definitivas, pero sí se anticipan tendencias negativas en las producciones y diversidad cuyas consecuencias se están evaluando”, agrega.

Los resultados de esta investigación permitirán adaptar los actuales tratamientos selvícolas y culturales (densidades, cortas, elección de especies, etc.) de la forma más adecuada para minimizar posibles pérdidas de producción y diversidad de setas, según los científicos.

Además, “cada vez se hace más necesario el control del aprovechamiento micológico de las especies comestibles de interés comercial”. Algunos hongos micorrícicos como Boletus edulis, “podrían verse afectados negativamente como consecuencia del retraso de las campañas de fructificación, de ahí la importancia de una regulación de la recolección que controle, cantidades, tamaños y presión recolectora en los montes”.

Fuente: DiCYT
Derechos: Creative Commons
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