Mejorar el rendimiento de los tenistas utilizando su agudeza visual es la novedosa investigación que está realizando el profesor de la UA Luis Enrique Martínez, quien desde el Departamento de Óptica ha diseñado un sistema para analizar la sensibilidad retiniana en jugadores de tenis federados, que podrán así, mejorar sus habilidades deportivas mediante un proceso de entrenamiento específico para cada caso y que mejora la coordinación de ojo-mano y ojo-pié del tenista.
Lleva años investigando en el estudio de la lateralidad y sensibilidad retiniana aplicando sus conocimientos científicos en jugadores en periodo de competición, a los que ha sometidos a numerosos test ópticos y optométricos durante seis meses. Fruto de su trabajo fue la presentación hace dos años de sus tesis en el 19 Congreso Internacional de Óptica y Optometría.
El profesor Luis Enrique Martínez parte de la hipótesis de que ante un campo visual determinado hay zonas de mayor y menor agudeza visual. A partir de ahí se plantea qué influencia tiene la lateralidad (a nivel de diestro) en dichas zonas. Junto con el crevillentino David Fernández, licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y entrenador nacional de tenis, pretende demostrar que los jugadores diestros pueden tener mayor sensibilidad retiniana en su lado derecho respecto al izquierdo, o en su parte superior respecto a su parte inferior. Ha trabajado con 21 jugadores de tenis federados, todos diestros y con ausencia total de patologías, con un mínimo de horas de entrenamiento a la semana en edades comprendidas entre los 14 y 18 años, una muestra que califica de heterogénea en referencia al lugar de procedencia, edad, experiencia.
El profesor estudia las diferencias que existen a nivel monocular en los jugadores de la muestra, comprobando la diferencia que existe entre los distintos cuadrantes a nivel retiniano a fin de conocer las diferencias que existen entre los lados temporal izquierdo y derecho a nivel visual. Asimismo se interesa por las diferencias que existen entre los distintos lados de visión vertical, ya que esto influye enormemente a la hora de visionar la dirección de la pelota. “El director de la investigación explicar que ha estudiado la lateralidad de cada deportista, es decir, si el individuo es diestro o zurdo y si usa la mano derecha o izquierda respectivamente, e incluso si su ojo “director” es el derecho o el izquierdo según cada caso.”
Relacion entre el preparador del jugador y el optico
Una vez obtenidos los datos del estudio y conociendo los puntos fuertes o débiles del jugador de tenis es muy importante, según comenta el profesor Martínez: “Establecer una relación entre el óptico-optometrista y el staff del jugador con el fin de mejorar el rendimiento del tenista y proponer en función de los datos obtenidos en el estudio una metodología para el entrenamiento de la agudeza visual dentro del campo visual en jugadores de tenis. De su estudio se desprende que existe una tendencia donde los jugadores diestros tienen mejor sensibilidad retiniana en su visión temporal derecha en dicha muestra, aunque no haya una diferencia estadísticamente significativa con respecto a la visión temporal izquierda.
A nivel monocular tampoco hay diferencias estadísticamente significativas entre la derecha y la izquierda en jugadores diestros aunque se observa una tendencia en el que la sensibilidad retiniana del ojo derecho es mayor que en la del ojo izquierdo con los jugadores analizados. Por lo que respecta a la comparación de los cuadrantes de cada ojo, ha podido comprobar que el cuadrante inferior izquierda del ojo derecho obtiene los mejores niveles de sensibilidad retiniana. A nivel de visión vertical los jugadores tienen una mayor sensibilidad retiniana en su zona superior aunque la diferencia no es estadísticamente significativa.
Por su parte, el entrenador David Fernández comenta que “dentro del mundo del deporte y más concretamente del tenis, la aptitud física de los jugadores depende de una serie de capacidades, entre las cuales destacan las perceptivas que van a determinar de forma decisiva el rendimiento deportivo. Los deportistas con una buena capacidad psicosensorial están mejor capacitados para rendir en situaciones difíciles”.