En la madrugada del 14 de marzo de 2025, la Luna se oscureció progresivamente hasta quedar completamente teñida de rojo durante un eclipse total. El fenómeno, que no volverá a repetirse hasta 2048, fue visible en América, parte de Europa y, parcialmente, en España.
Desde la Península Ibérica y Canarias, se pudo observar la primera mitad del eclipse, hasta la totalidad, aunque en las regiones más orientales la Luna se ocultó bajo el horizonte antes de llegar a este punto. Solo en el extremo occidental de la península y Canarias fue posible ver a nuestro satélite Luna completamente eclipsado, aunque sin llegar a presenciar su salida del cono de sombra terrestre.
La luna poco antes del máximo del eclipse total, se pone a las 07:13 am, este viernes en Santiago de Compostela EFE/Lavandeira jr
Según la NASA, este color característico, que da origen al nombre de Luna de sangre, se debe a que la luz del Sol es filtrada a través de la atmósfera terrestre, proyectando sobre la Luna la combinación de todas las puestas de sol y amaneceres del planeta.
El eclipse de luna visto desde Puerto del Rosario (Fuerteventura) este viernes. EFE/ Carlos De Saá
El eclipse comenzó de madrugada a las 04:57, hora en la península, cuando la Luna entró en la penumbra terrestre, aunque este primer contacto pasó prácticamente desapercibido. A las 06:09, el satélite comenzó a sumergirse en la umbra, la parte más oscura de la sombra terrestre, lo que marcó el inicio del eclipse parcial y permitió ver cómo la Luna se oscurecía progresivamente. La fase de totalidad, en la que la Luna adquirió su característico tono rojizo, ocurrió entre las 07:26 y las 08:31.
A diferencia de los eclipses solares, este tipo de fenómenos no requieren protección visual y pueden disfrutarse a simple vista. Como ocurre en todos los eclipses lunares, la Luna se encontraba en su fase llena, lo que redujo la visibilidad de las estrellas circundantes.
Esquema de visualización del eclipse total de Luna. / EFE. | NASA