Este suplemento ayudará a disminuir en un 20 % o 35 % las emisiones de este gas de efecto invernadero que emiten los rumiantes al eructar. Además, es seguro tanto para los animales como para los consumidores y no afecta a la calidad de los productos lácteos.
Los Estados miembros de la Unión Europea (UE) aprobaron ayer la comercialización en la Unión Europea de un innovador aditivo para piensos. El producto, que contiene 3-nitrooxipropanol, ayudará a disminuir la emisión de metano −un potente gas de efecto invernadero− procedente de las vacas.
Se calcula que este fármaco reducirá las emisiones de metano de las vacas lecheras entre un 20 % y un 35 %, sin afectar a la producción. Su uso “es seguro para las vacas y los consumidores, y no afecta a la calidad de los productos lácteos”, afirma la Comisión.
La Comisaria de Salud y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides, ha declarado que “la innovación es fundamental para el éxito del cambio hacia un sistema alimentario más sostenible. La UE sigue siendo líder en la garantía de la seguridad alimentaria, al tiempo que se adapta a las nuevas tecnologías que pueden hacer más sostenible la producción de alimentos”.
El producto fue sometido a una rigurosa evaluación científica por parte de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés), que concluyó que es eficaz para reducir las emisiones de metano de las vacas destinadas a la producción de leche. Una vez se adopte la decisión, prevista para los próximos meses, el aditivo para piensos será el primero de este tipo disponible en el mercado de la UE.
“La reducción de las emisiones de metano relacionadas con la agricultura y la ganadería es fundamental en nuestra lucha contra el cambio climático y la aprobación es un ejemplo muy elocuente de lo que podemos conseguir con las nuevas innovaciones agrícolas”, subrayó la experta.
Un informe de 2021 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) concluyó que las emisiones de la ganadería, procedentes del estiércol y de las emisiones gastrointestinales, representan aproximadamente un tercio de las emisiones de metano de origen humano.