La alteración de determinados minerales juega un papel importante en la función cardiovascular, según explicó el doctor Karl T. Weber durante su visita al Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra. El catedrático y director de la División de Enfermedades Cardiovasculares de la Universidad de Tennessee (EE UU) puntualizó que “la deficiencia de selenio, zinc, magnesio y calcio puede acelerar la insuficiencia cardiaca. Asimismo, el déficit de vitamina D puede estar implicado en el desarrollo de problemas cardiovasculares”.
La deficiencia de estos macronutrientes, que son sustancias presentes en la dieta, debe compensarse mediante suplementos. “Parece que la solución pasa por administrar una combinación de varios de estos minerales. En la actualidad, una de nuestras líneas de investigación trata de establecer cuál es la dosis necesaria para controlar la insuficiencia cardiaca”.
Tabaquismo, hipertensión, obesidad
Junto con el experto norteamericano, también visitó el área de Ciencias Cardiovasculares del CIMA el doctor Juan Carlos Kaski, catedrático y director del Centro de Investigación sobre Biología Cardiovascular del Hospital St. George de Londres (Reino Unido). Su campo de investigación estudia los factores que conducen a la aceleración de la enfermedad cardiovascular. Le interesan especialmente los mecanismos inflamatorios como causa del problema. “Hemos visto que los factores de riesgo que conocemos -tabaquismo, hipertensión, obesidad, diabetes- conducen a un aumento de la actividad inflamatoria. Como consecuencia, se daña la pared vascular y provoca la formación de placas de aterosclerosis, que es la causa de la enfermedad cardiovascular. Es un fenómeno generalizado que afecta a distintos niveles: no sólo en las coronarias, sino también en los vasos del cerebro, en las carótidas, en el riñón, en la aorta, etc. He podido comprobar que el grupo del doctor Javier Díez en el CIMA está desarrollando proyectos muy interesantes en este campo”.
Las líneas de investigación sobre la enfermedad cardiovascular se encaminan a entender las causas por las cuales los factores de riesgo causan la inflamación y cómo se activan esos mecanismos. El doctor Kaski señaló que “contamos con la ventaja de que los factores de riesgo se pueden prevenir. Sin embargo, nuestro estilo de vida sigue estando marcado por una dieta poco adecuada, ausencia de ejercicio físico, estrés, etc. Por eso, es fundamental actuar sobre el mecanismo real que causa el problema, lo que nos permitirá instaurar un tratamiento más adecuado”.
Durante su visita al CIMA los doctores Kaski y Weber conocieron las líneas de trabajo del área de Ciencias Cardiovasculares y destacaron “la excelente calidad de la investigación que está desarrollando. Cuando se identifica un problema médico es importante que haya gente con ideas innovadoras, que investigue las causas y que intente buscar las soluciones. Todo ello redundará en beneficio del paciente”.