El consenso médico avanza en integrar la nutrición como una clave fundamental para la salud mental. Una revisión publicada en The Lancet Psychiatry destaca la importancia de la dieta equilibrada también en el ámbito de la psiquiatría.
Un trabajo internacional con participación de la Facultad de Medicina y Odontología de la Universitat de Valencia (UV), publicado recientemente en The Lancet Psychiatry, destaca la importancia de la nutrición para el mantenimiento de la salud mental.
Vicent Balanzá, psiquiatra en el departamento del Hospital Universitario y Politécnico La Fe y profesor en la UV, ha participado en la revisión elaborada por miembros de la International Society for Nutritional Psychiatry Research (ISNPR) sobre la importancia de la medicina nutricional, su investigación y futuro, puesto que “se ha demostrado que la calidad de la dieta y las deficiencias de ciertos nutrientes esenciales son determinantes básicos para la salud física y mental”.
La ISNPR es una sociedad científica fundada el 2013 con la finalidad de impulsar la investigación de alta calidad científica sobre la prevención y el tratamiento de los trastornos psiquiátricos mediante intervenciones nutricionales.
De hecho, la nutrición “se ha convertido en un factor clave para la elevada prevalencia e incidencia de enfermedades mentales muy frecuentes, como por ejemplo la depresión. Este equilibrio alimentario es tan importante en psiquiatría como lo es en otras especialidades médicas, como cardiología o endocrinología”, apunta Balanzá.
Balanzá, que es miembro del comité ejecutivo de la ISNPR, comenta que el cerebro humano, para lograr un funcionamiento óptimo, “necesita una adecuada ingesta de nutrientes claves, como los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga omega-3, aminoácidos esenciales, vitaminas del grupo B (fólicos y B12), vitamina D y minerales como el zinc, el magnesio y el hierro. Una dieta equilibrada y de alta calidad, como es la mediterránea, los aporta; en casos de deficiencias, sin embargo, los suplementos nutricionales son recomendables”.
Un debate abierto
Con esta publicación en The Lancet Psychiatry, los expertos mundiales en psiquiatría nutricional proponen abrir un debate sobre el papel creciente de la dieta en psiquiatría y salud mental. “Teníamos pruebas científicas que la dieta mediterránea se asocia con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes y deterioro cognitivo. Ahora, también sabemos que reduce el riesgo de depresión. Son argumentos contundentes para conservar un tesoro cultural que se ha transmitido a lo largo del tiempo”, recalca Balanzá.
Por otra parte, la etiología de las enfermedades mentales es extraordinariamente compleja y, por eso, su tratamiento también lo es. “Esperar que todas las personas con problemas de salud mental se recuperan solo con fármacos corresponde a una visión muy limitada de la realidad. En nuestro artículo defendemos que el futuro inmediato de la psiquiatría necesita de un abordaje más amplio, en el cual los factores nutricionales son un elemento esencial para lograr mejores resultados en salud, funcionamiento y calidad de vida”, concluye el investigador.
Referencia bibliográfica:
Sarris J, Logan AC, Akbaraly TN, Amminger P, Balanzá-Martínez V, Freeman MP, Hibbeln J, Matsuoka Y, Mischoulon D, Mizuoue T, Nanri A, Nishi D, Ramsey D, Rucklidge J, Sanchez-Villegas A, Scholey A, Su K-P, Jacka FN. (2015) «Nutritional Medicine as Mainstream in Psychiatry». The Lancet Psychiatry, 2(3), p. 271–274. DOI: http://dx.doi.org/10.1016/S2215-0366(14)00051-0
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