La enfermedad del hígado graso podría curarse a través del cerebro

La inhibición de ciertas sustancias opioides, como la morfina, en zonas específicas del cerebro podría curar la enfermedad del hígado graso, según un nuevo estudio realizado en ratones. El nervio vago sería el canal de actuación que el cerebro utilizaría para regular el metabolismo. Esta enfermedad está relacionada con la obesidad, la diabetes tipo 2 o el alcoholismo.

La enfermedad del hígado graso podría curarse a través del cerebro
Rubén Nogueiras junto con su equipo de investigación Mónica Imbernón (izquierda) y Estrella Sánchez (derecha). / USC

La esteatohepatitis es una afección provocada por la acumulación de grasa en el hígado y una inflamación del órgano. Se le conoce como enfermedad del 'hígado graso' y está asociada con la obesidad, la diabetes II o el alcoholismo. Un equipo de investigadores acaba de descubrir, en ratones, un mecanismo en el cerebro que ayudaría a curar esta enfermedad.

“Es una dolencia progresiva que puede acabar desencadenando un cáncer de hígado y para la que aún no existe tratamiento”, explica Rubén Nogueiras, investigador del grupo de Metabolismo Molecular de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) que ha liderado la investigación.

La inhibición del receptor opioide kappa produce una mejora tanto en la inflamación como en la acumulación de lípidos en el hígado

El equipo ha revelado cómo el bloqueo de algunas sustancias opioides –utilizadas para calmar el dolor, como la morfina– en zonas específicas del cerebro evita que los ratones desarrollen esteatohepatitis.

En concreto, el trabajo muestra que la inhibición genética y mediante fármacos del receptor opioide kappa –una de las tres proteínas que median en el cerebro las acciones de los opioides– produce una mejora tanto en la inflamación como en la acumulación de lípidos en el hígado.

La hipótesis central de este equipo de investigación era que el sistema opioide en el hipotálamo –un área cerebral importante en la regulación del peso y la ingesta de alimento– también podría controlar el metabolismo en los tejidos periféricos como el hígado.

A través del nervio vago

Los investigadores hallaron que el nervio vago es el encargado de regular el tráfico de información entre cerebro e hígado. "Observamos que la manipulación del receptor opioide kappa alteraba el funcionamiento del hígado, pero si a los ratones le cortábamos el nervio vago no ocurría", declara a Sinc Nogueiras.

La inhibición del receptor en el cerebro produce, a través del nervio vago, una disminución de la inflamación y del estrés de las células del hígado, revirtiendo así la enfermedad del hígado graso.

Los hallazgos cobran mayor relevancia si se tiene en cuenta que recientemente la Agencia Estadounidense de Regulación de Medicamentos y Alimentos aprobó el uso de un fármaco que, mediante el bloqueo de los tres receptores del sistema opioide, es capaz de reducir el peso en pacientes obesos.

Aunque el nuevo estudio se ha desarrollado íntegramente con modelos animales, los resultados “podrían suponer una nueva ventana en el desarrollo de nuevos fármacos para curar la esteatohepatitis”, según afirma el investigador de la USC.

Referencia bibliográfica:

Monica Imbernon et al.: “Hypothalamic kappa opioid receptor mediates both diet and MCH induced liver damage through inflammation and ER stress”. Hepatology. doi: 10.1002/hep.28716

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons
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