Los resultados del informe RECALCAR de la Sociedad Española de Cardiología indican que existe una variabilidad de un 30% en la mortalidad y un 50% en el reingreso de pacientes con infarto agudo de miocardio dependiendo del hospital en el que son atendidos. Los expertos proponen una reorganización del sistema para optimizar recursos y reducir costes.
La Sociedad Española de Cardiología (SEC) ha presentado hoy en rueda de prensa los resultados del informe RECALCAR. “Los resultados de este trabajo son muy sólidos e indican que el pronóstico de un paciente con infarto de miocardio varía en función del hospital en el que es atendido”, afirma Vicente Bertomeu, presidente de la SEC. “Los centros con más actividad y más complejos, en los que se le puede practicar una angioplastia primaria al paciente, registran menos mortalidad y reingreso de la persona infartada”.
Los hospitales españoles atienden cada año unos 50.000 casos de infarto agudo de miocardio, lo que supone un gasto para el estado de 250 millones de euros. Aproximadamente un 7% de estos pacientes no sobrevive y otro 7% vuelve a ingresar en menos de un mes, lo que supone un gasto adicional de 20 millones de euros.
“No se trata de invertir más recursos sino de reorganizar y coordinar los que ya tenemos, que son más que suficientes”, afirma Bertomeu. La propuesta de la SEC es coordinar la red de hospitales nacionales para que el paciente sea atendido de la mejor manera posible. Los expertos recalcan que no se debe confundir proximidad con accesibilidad, es decir, que el hospital más próximo no siempre es el más adecuado.
“Nuestro objetivo ha sido proporcionar datos fiables para que los gestores sanitarios tomen medidas, ni emocionales ni políticas, sino basadas en la evidencia científica”, señala Bertomeu. Estas medidas son relativamente sencillas de implementar en el sistema, “lo único que se requiere es la decisión política y profesional de todos los implicados”.
El cardiólogo gallego Jose Ramón González Juanatey apunta que los datos de RECALCAR son básicos para la sostenibilidad del sistema sanitario español. “Tenemos los recursos necesarios para reducir costes y no llegar a un futuro donde haya una medicina para ricos y otra para pobres”.
“Nuestro sistema puede ofrecer excelencia en el tratamiento de enfermedades graves como el infarto de miocardio –afirma González Juanatey–. No necesitamos ni más dinero ni más recursos para mantenerla, pero sí reorganizarnos para reducir costes innecesarios”.
Diferencias entre comunidades autónomas
“Esta propuesta de coordinación y reorganización no lo hemos inventado nosotros, es el sistema que se sigue en Dinamarca, Praga y París”, explica Alfonso Castro Beiras, vicepresidente ejecutivo del congreso asesor de la SEC.
Varias comunidades autónomas españolas ya han reorganizado sus hospitales y potenciado el trabajo en red de los cardiólogos. Entre ellas Galicia, Navarra, Murcia, y Catalunya, en el área metropolitana de Barcelona. “Galicia fue de las primeras en funcionar de esta manera, tras cinco años trabajando así, la mortalidad asociada al infarto de miocardio ha caído en un 50%”, afirma Castro Beiras.
El significado de trabajar en red
“El sistema sanitario español está fragmentado –indica Bertomeu–. No es que cada comunidad autónoma tenga su modelo de gestión, sino que muchos hospitales trabajan de manera independiente”.
“Es duro decirlo, pero nos hemos pasado construyendo hospitales”, afirma el cardiólogo, que no solo opina que hay más centros de los necesarios sino que esto causa que se dupliquen servicios y no se rentabilicen los costes.
“Nuestra propuesta no es aislar a los pequeños hospitales sino que el paciente se derive en primera instancia al centro que mejor atención le pueda proporcionar. A partir de aquí se le puede trasladar al que le toque o al más cercano”, propone Bertomeu.