La obesidad mórbida comporta problemas en el riñón

Un estudio realizado en el hospital Germans Trias concluye que las personas con exceso de peso tienen más probabilidad de sufrir daño renal, no relacionado con las enfermedades asociadas a la obesidad.

Durante cuatro años, del mes de diciembre de 2001 hasta el noviembre de 2005, investigadores del Servicio de Nefrología del Hospital Universitari Germans Trias i Pujol, con la colaboración de otros servicios del centro, analizaron los riñones de muchos pacientes intervenidos de obesidad mórbida en el hospital, con su consentimiento. Ninguno de ellos sufría enfermedad renal, pero los investigadores detectaron lesiones en el tejido del riñón precursoras de enfermedad en un porcentaje significativo de los pacientes que participaron en el estudio. Hace pocas semanas publicaron los resultados en la revista de referencia de la especialidad, Kidney International, que dedicó la editorial. La publicación manifestaba que, con este estudio, se abre una nueva línea de investigación en enfermedad renal.

La obesidad es una enfermedad asociada a problemas de salud graves, que tienen un gran impacto social. Hace tiempo que se sabe que muchos de estos problemas (diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares) pueden comportar enfermedad renal. Aún así, esta es la primera vez que se descubre que la obesidad, independientemente de las enfermedades asociadas, puede desencadenar problemas en el riñón por si misma.

En el estudio participaron 95 pacientes con un índice de masa corporal (peso en kg dividido por la altura, en metros, al cuadrado) superior a 40, cosa que se considera obesidad mórbida. Los investigadores compararon los resultados obtenidos en estos pacientes con los de un grupo de control, compuesto por 40 pacientes con peso y función renal normales, sometidos a biopsia renal.

Lesiones glomerulares

En el primer grupo detectaron un número bastante más elevado que en el segundo de lesiones glomerulares (es decir, daños en el tejido del riñón: acumulación de matriz mesangial, hipertrofia de los podocitos, proliferación de células mesangiales y glomerulomegalia), que pueden preceder al desarrollo de enfermedad renal crónica. Estas lesiones eran más frecuentes a medida que aumentaba el índice de masa corporal. Concretamente, un 77% de pacientes del grupo con obesidad mórbida tenían algún tipo de lesión glomerular, ante un 5% de las personas del grupo de control.

Según la primera firmante del trabajo, Assumpta Serra, “los resultados de la investigación podrían explicar la relación entre la obesidad y el riesgo de desarrollar enfermedad renal crónica”. Sea cómo sea, el equipo investigador continúa estudiando los pacientes con obesidad mórbida que han participado en el estudio para saber si las lesiones detectadas acabarán dando lugar a enfermedad renal crónica y, si es así, averiguar si hay otros factores además de l’obesidad que contribuyen a que aparezca, y cuál es el tratamiento preventivo que se debe dar a estos pacientes.

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Referencia: A Serra, R Romero, D Lopez, M Navarro, A Esteve, N Perez, A Alastrue and A Ariza, "Renal injury in the extremely obese patiens with normal renal function", Kidney Int Vol 73, Issue 8 April (2) 2008

Fuente: Hospital Germans Trias
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