Si se redujera el nivel de partículas contaminantes en Barcelona al volumen aconsejado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), habría 3.500 muertes menos al año, y la esperanza de vida aumentaría en 14 meses. Así lo demuestra un estudio publicado en Gaceta Sanitaria que ha calculado también los beneficios económicos anuales.
La disminución de la contaminación atmosférica en Barcelona comportaría sustanciales beneficios económicos y para la salud. Si se adecuara el nivel adecuado en los 57 municipios de Barcelona, los beneficios económicos rondarían los 6.400 millones de euros anuales.
El estudio, encargado por los Departamentos de Medio Ambiente y Vivienda, y de Salud de la Generalitat de Catalunya, y realizado por el Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (CREAL, en sus siglas en catalán), se ha centrado en la concentración de un tipo de contaminante, las partículas de diámetro inferior a 10 micras (PM10), y su reducción a los niveles aconsejados por la OMS y a los legislados por la Unión Europea.
En 2004, año en el que se realizó la investigación, el nivel medio de PM10 en el área metropolitana de Barcelona era de 43 µg/m3, entre el mínimo de la localidad de Abrera (35 µg/m3) y los máximos localizados en Barcelona y L’Hospitalet de Llobregat (56 µg/m3).
Reducción de los ingresos hospitalarios
Si los municipios del área metropolitana redujeran los niveles de este contaminante atmosférico al valor anual medio recomendado por la OMS, situado en 20 µg/m3, disminuirían en 1.800 los ingresos hospitalarios por causas cardiorrespiratorias en un año. Además de la reducción en el número de muertes y del aumento de la esperanza de vida, se producirían 5.100 casos menos de bronquitis crónicas en adultos, 31.100 casos menos de bronquitis agudas en niños, y 54.000 crisis asmáticas menos en niños y adultos.
Estas mejoras para la salud pública, junto a otros factores, conllevarían también importantes beneficios económicos, calculados en 1.600 euros al año por habitante.
El equipo de investigación ha valorado además los efectos de la reducción de la contaminación atmosférica al nivel anual medio legislado por la Unión Europea (40 µg/m3). En este supuesto, los beneficios se reducirían a una tercera parte, situándose en un total de 2.300 millones de euros.