El estudio se ha publicado en la revista ‘Sensors and Actuators B’

Las cándidas se pueden ver ya con transistores

Un equipo de investigadores de la Universidad Rovira i Virgili (URV) de Tarragona ha desarrollado un biosensor que permite detectar en menos de una hora pequeñas cantidades del hongo Candida albicans, causante de las comunes infecciones de trasmisión sexual. La técnica se basa en el uso de transistores, que incluyen anticuerpos específicos para reconocer a la levadura y nanotubos de carbono para generar una señal eléctrica medible.

Las cándidas se pueden ver ya con transistores
Candidiasis esofágica. Imagen: Wikipedia.

El grupo de Nanosensores de la URV ha creado un biosensor, un dispositivo eléctrico y biológico, para la detección selectiva de la levadura Candida albicans en cantidades muy pequeñas, de tan solo 50 ufc/mL (unidades formadoras de colonias por mililitro).

“La técnica emplea transistores de efecto campo (dispositivos electrónicos que contienen un electrodo fuente y un electrodo drenador acoplado a un transductor), basados en nanotubos de carbono y con anticuerpos específicos para Candida albicans”, explica a SINC Raquel A. Villamizar, autora principal de la investigación.

Las muestras de Candida, que se pueden obtener de sangre, suero o secreciones vaginales, se depositan directamente sobre el biosensor, donde la interacción antígeno-anticuerpo produce un cambio en la corriente eléctrica de los dispositivos. Este cambio es registrado y permite cuantificar la cantidad de levadura presente en una muestra.

“Gracias a las extraordinarias propiedades de transferencia de carga de los nanotubos de carbono, el proceso de detección del hongo es directo, rápido y sin necesidad de utilizar ningún marcador”, indica Villamizar, coautora de un estudio donde se recogen los detalles del biosensor y publicado recientemente en la revista Sensors and Actuators B: Chemical.

Hasta ahora el diagnóstico convencional de Candida se realiza con cultivos microbiológicos, test serológicos, técnicas de biología molecular tipo PCR (reacción en cadena de la polimerasa, con la que amplifica el ADN), o con inmunoensayos como ELISA (del inglés, Enzyme Linked Inmunoabsorvent Assay, ensayo inmunoabsorbente ligado a enzimas).

Estas técnicas requieren tiempos largos de análisis y, a veces, dan lugar a falsos positivos y negativos. En el caso de ELISA se requiere además el uso de marcadores (compuestos que deben añadirse para poder detectar la presencia de la levadura mediante fluorescencia u otras técnicas).

Así que el nuevo biosensor de nanotubos de carbono “permite mejorar algunos de los parámetros de calidad de los métodos tradicionales, como la rapidez y la sencillez de la cuantificación, y es una herramienta alternativa que podrá emplearse en los análisis rutinarios de las muestras”, señala Villamizar.

La investigadora añade que con el uso de este biosensor “se podrá obtener en el futuro un diagnóstico rápido de infección por este patógeno, lo que ayudará en la administración de tratamientos profilácticos adecuados”.

El hongo Candida albicans se encuentra de forma natural en la piel, la boca y en las mucosas que recubren el tracto digestivo, el aparato respiratorio y el genito-urinario. Esta levadura puede causar desde una simple micosis cutánea hasta complicados casos de candidasis. Su incidencia es mucho mayor en pacientes con inmunodeficiencia, tumores, diabetes o linfomas, entre otras enfermedades.

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Referencia bibliográfica:

Raquel A. Villamizar, Alicia Maroto y F. Xavier Rius. “Improved detection of Candida albicans with carbon nanotube field-effect transistors”. Sensors and Actuators B: Chemical 136 (2): 451-457, 2009

Fuente: SINC
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