Las expectativas sobre la mejora en la calidad de vida provocan el paso de turista a emigrante

Turistas que llegan para quedarse. Motivos para el traslado residencial en el Mediterráneo español es el título de la tesis doctoral de la profesora de Sociología de la Universidad de Alicante Raquel Huete, que demuestra que el parámetro de mejora en la calidad de vida es tan importante como el sol y la playa, la salud y el paisaje. Esta investigación retoma el interés por el estudio sociológico del turismo y de sus interrelaciones sociales.

Turistas en la ciudad italiana de Pisa. Foto: SINC.
Turistas en la ciudad italiana de Pisa. Foto: SINC.

La idea que motivó este estudio de cuatro años fue constatar que muchos de los turistas que llegan a nuestro país son propietarios de una vivienda y pasan temporadas prolongadas en los municipios españoles. La tesis de Raquel Huete, de la Universidtad de Alicante, forma parte de un programa de investigación más amplio dirigido por el profesor Tomás Mazón, especialista en investigaciones sobre flujos turísticos desde hace más de 20 años.

España representa el segundo destino turístico mundial, con 58 millones de llegadas internacionales en el año 2006 y con 50.000 millones de dólatres de ingresos, según datos de la Organización Mundial del Turismo. Sin embargo, en su tesis, Huete asegura que "a muchos de ellos no se les puede considerar turistas, porque no viven como tales, pero tampoco las autoridades los consideran inmigrantes".

Según la profesora, los jubilados europeos residentes en la provincia son, en la mayor parte de los casos, "propietarios de viviendas que están empadronadas y que mantienen un flujo relativamente escaso de visitas a sus lugares de origen".

Esta investigación está basada en entrevistas a informadores conocedores del proceso de asentamiento de las personas procedentes de países europeos en la Costa Blanca, y en una encuesta realizada a principios de 2005 sobre una muestra de 872 residentes extranjeros en una docena de municipios de la provincia: cuatro del litoral, (Torrevieja, Dénia, Benidorm y Santa Pola), cuatro de la segunda línea de costa, (Pedreguer, La Nucía, San Fulgencio y Rojales) y cuatro más del interior, (Castalla, Biar, Aspe y Fondó dels Frares).

De las conclusiones de este estudio se han podido extraer datos reveladores para la configuración exacta del mapa de gustos, demandas y opiniones de este colectivo. "Conocer estas demandas será valiosísimo para promotores turísticos e inmobiliarios, y por descontado para los políticos municipales", señala la investigadora.

Se deduce que hay una percepción generalizada de que es necesario recuperar valores y costumbres perdidas a consecuencia del "progreso", como las actividades al aire libre, que socializan, la protección del medio ambiente, la recuperación de las tradiciones, los productos artesanales y la alimentación saludable. El turismo residencial, convertido en grupos de emigrantes en realidad, engloba, según explica Raquel Huete, "a un colectivo de ciudadanas y ciudadanos profundamente preocupados por conseguir mejores cuotas de calidad y bienestar de vida después de la jubilación".

Fuente: UA
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