El comportamiento se opone al patrón de otras especies

Las hembras de oso pardo alargan su maternidad debido a la caza

Las leyes humanas también tienen impacto en el reino animal. En concreto, las regulaciones sobre la caza provocan que los ciclos reproductivos de los animales se alteren. Los investigadores han detectado que las hembras de oso pardo aumentan el tiempo de cría hasta en un año, para evitar a los cazadores. Este comportamiento es opuesto al patrón de adaptación de otras especies animales.

Las hembras de oso pardo alargan su maternidad debido a la caza
Hembra de oso pardo escandinavo con su cría. / Ilpo Kojola

Las leyes de caza protegen a las hembras y sus cachorros

El tiempo que las hembras de oso pardo cuidan a sus crías ha aumentado en un año, para evitar a los cazadores. Esta es la conclusión de un estudio publicado esta semana en la revista Nature Communications.

Los investigadores han analizado datos de los últimos 20 años en especímenes de oso pardo (Usus arctos) en Suecia. La conclusión es que las hembras han aumentado el periodo de cría, de 1,5 a 2,5 años de media, en las zonas donde los cazadores suponen una mayor amenaza.

“Las leyes de caza protegen a las hembras y sus cachorros. Cuanto más tiempo cuidan las osas a sus crías, más tiempo están protegidos de los cazadores. Aunque signifique que se reproduzcan menos”, explica a Sinc Joanie van de Walle, autora principal del trabajo e investigadora en la Universidad de Sherbrooke (Canadá).

Las leyes de caza protegen a las familias de oso pardo. / Ilpo Kojola

Las hembras de esta especie de úrsido paren cada dos años —en el mejor de los casos— por lo que esta medida retrasaría la reproducción de la especie a cada tres años. Sin embargo, en las zonas donde la caza es intensa “el beneficio de cuidar a los oseznos durante más tiempo supera el coste de reproducirse menos veces”, confirma Van de Walle.

“Cuidar a los oseznos durante más tiempo supera el coste de reproducirse menos veces”, explica la investigadora

El número total de especímenes no debería verse afectado por este cambio de comportamiento. Pero sí se alterará la estructura de la población de osos, que se compondrá de más hembras reproductivas. Como consecuencia, “los machos y las hembras no reproductivas serán más vulnerables a los cazadores”, explica la investigadora.

Otras especies animales –como los peces y los jabalíes– aceleran sus ciclos de cría y aumentan el número de descendientes por evento reproductivo, para combatir el impacto de la caza intensiva. El hecho de que la regulación de la caza desacelere la reproducción de los osos se opone al patrón de otras especies europeas.

Referencia bibliográfica:

Van de Walle, Joanie et al.: “Hunting regulation favors slow life histories in a large carnivore”. Nature Communications, marzo de 2018. http://nature.com/articles/doi:10.1038/s41467-018-03506-3

Fuente: SINC
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