Las mujeres obesas sufren mayores trastornos tanto en el tratamiento como en el diagnóstico del cáncer de mama

Las mujeres obesas con cáncer de mama padecen peores consecuencias de la enfermedad y tienden a visitar a su médico por primera vez con una enfermedad en estado más avanzado, según han afirmado hoy dos científicos en la 6ª Conferencia Europea sobre el Cáncer de Mama (EBCC-6, por sus siglas en inglés).

El doctor Evandro de Azambuja, junto a sus compañeros del Instituto Jules Bordet de Bruselas (Bélgica), afirmó en esta conferencia que su trabajo, que incluía a 2.887 pacientes, demostró que las mujeres con un índice de masa corporal (IMC) de más de 30 presentaban unos peores resultados en lo que se refiere a la supervivencia libre de enfermedad y a la supervivencia global. “Nuestros datos hacen hincapié una vez más en el problema global de la obesidad” declaró.

De Azambuja y sus compañeros estudiaron a pacientes que estaban participando en un ensayo internacional de fase III (BIG 2-98) en el que se comparaban dos regímenes de docetaxel con dos regímenes de antraciclina en pacientes con cáncer de mama con ganglios positivos (en el que el cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos). Se observó que había obesidad en el 19% de las pacientes que participaron en este ensayo.

“Hallamos que la supervivencia libre de enfermedad a los 5 años en pacientes no obesas era significativamente superior que en el grupo de mujeres obesas”, afirmó. “El 75,9% de las pacientes no obesas estaban libres de enfermedad después de este periodo, en comparación con el 70% de las que sufrían obesidad. Además, la supervivencia global a los 5 años fue del 87,5% en las pacientes no obesas en comparación con el 82,9% en las pacientes obesas”.

“Los informes calculan que la obesidad y la inactividad física representan el 25-30% de la incidencia del cáncer de mama posmenopáusico” declaró de Azambuja. “Hasta la fecha, los estudios publicados no han especificado el tipo de quimioterapia que se estaba utilizando. Los estudios tampoco son homogéneos en cuanto a la recogida de datos sobre el IMC, el momento de la medición, los puntos de corte o los criterios sobre el IMC, ni en cuanto al estadio de la enfermedad”, afirmó.

Los científicos se proponen ahora analizar sus datos en profundidad para examinar el estado hormonal y las comorbilidades (el efecto de las enfermedades adicionales que pueda tener la paciente) con el fin de comprender mejor el papel exacto que desempeña la obesidad en el pronóstico de estas pacientes.

“Hay algunos informes que revelan que las pacientes obesas están por lo general infratratadas con la quimioterapia (menor intensidad de dosis), y en la actualidad nos estamos fijando en esto en nuestro estudio. Las pacientes incluidas en este análisis serán sometidas a un seguimiento durante al menos diez años a partir de la fecha de su distribución aleatoria original”, declaró el doctor.

“Vamos a seguir analizando los datos para ver si se producen cambios con el tiempo. Otros investigadores han demostrado que la obesidad está relacionada con un peor pronóstico en pacientes con cáncer de mama, y la obesidad se ha relacionado con muchas otras enfermedades como la diabetes y la cardiopatía. Los políticos tienen que llevar a cabo programas que reduzcan la incidencia de la obesidad y sus consecuencias.”

En otra presentación de la conferencia, la doctora Elisabetta Rapiti del Registro de Cáncer de Ginebra (Suiza), afirmó que su investigación mostró que las pacientes obesas con cáncer de mama se presentaban con frecuencia con la enfermedad más avanzada de lo que lo hacían las mujeres no obesas.

“Dado que la obesidad ha alcanzado proporciones endémicas en todo el mundo, es importante que intentemos entender sus efectos en todas las áreas de la salud” declaró, “necesitamos encontrar urgentemente maneras de tratar el cáncer de mama en las mujeres obesas”.

La doctora Rapiti y sus compañeros hallaron que las mujeres obesas se presentaban significativamente más a menudo con la enfermedad en estadio 3-4, y que tenían menos probabilidades de haberse sometido a exploraciones con ultrasonidos o MRI. Experimentaban también más retraso quirúrgico y una estancia más prolongada en el hospital después de la intervención quirúrgica.

El estadio más avanzado en el momento del diagnóstico se podía deber al mayor tamaño de la mama en las mujeres obesas, con más tejido graso, lo que podía dar lugar a dificultades a la hora de palpar el tumor principal y los ganglios linfáticos axilares.

“Nuestro estudio confirma esta hipótesis”, afirmó Rapiti. “Tenemos que formar a las mujeres y a los médicos para que sepan que la autoexploración y la exploración clínica pueden ser menos fiables en mujeres obesas, y pensar en estrategias para prevenir la enfermedad avanzada en el momento del diagnóstico en este grupo creciente de pacientes”.

Fuente: SINC
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