El estudio se publica en el ‘Journal of Women`s Health’

Las mujeres viven más pero peor

Investigadores catalanes han estudiado las desigualdades socioeconómicas y de salud que sufren las personas mayores de 64 años. Según los resultados obtenidos, las mujeres viven más tiempo, pero tienen más limitaciones en su actividad diaria (un 53%) y menos calidad de vida que los hombres de la misma edad (30%).

Las mujeres viven más pero peor
La doble carga de trabajo que las mujeres experimentan a lo largo de su vida es un factor clave para explicar esta diferencia. Foto: SINC.

Aunque las mujeres tienen mayor esperanza de vida, su prevalencia de discapacidad en la vejez es mucho mayor que la de los hombres. Ésta es la principal conclusión del estudio que publica el Journal of Women’s Health en su último número.

“Nos hemos centrado en una variable de posición socioeconómica como el nivel de estudios y en variables de salud como las limitaciones en la actividad de la vida diaria. Estudiar esta relación nos permite ver las desigualdades sociales en la dependencia”, explica a SINC Albert Espelt, autor principal del estudio e investigador en la Agencia de Salud Pública de Barcelona.

El estudio se basa en las encuestas de salud que la Agencia de Salud Pública realiza desde 1982 en Barcelona. “Son representativas de la población no institucionalizada que vive en Barcelona”, observa el experto. En total, el equipo entrevistó a 4.244 personas (893 en 1992, 2.140 en 2000 y 1.211 en 2006) mayores de 64 años.

“Hemos observado que existen diferencias en las limitaciones según la posición socioeconómica y que se mantienen constantes a lo largo del tiempo”, apunta el experto.

La prevalencia de la discapacidad en las personas mayores de 64 años se incrementó en Cataluña entre 1992 y 2006 entre las mujeres pero no en los hombres, debido al aumento de las esperanza de vida de las mujeres. La prevalencia de discapacidad en 2006 fue del 30% en hombres y del 53% en mujeres. Es decir, es cada vez mayor entre las mujeres de edad avanzada

“La doble carga de trabajo que las mujeres experimentan a lo largo de su vida (trabajo doméstico y trabajo fuera de casa) es un factor clave para explicar esta diferencia según diferentes estudios”, afirma Espelt. El trabajo doméstico tiene menos compensaciones que el trabajo fuera de casa y una mayor prevalencia de enfermedades no mortales como las músculoesqueléticas y las depresivas.

¿Menos desigualdades con la Ley de Dependencia?

La Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia regula las condiciones básicas para garantizar la igualdad en el ejercicio subjetivo de la promoción de la autonomía personal y la atención a las personas en situación de dependencia.

“En este sentido la ley aprobada en 2006 ha supuesto un paso adelante para el reconocimiento de un nuevo derecho universal de la ciudadanía. Ahora cabe esperar que esta ley contribuya a la disminución de las desigualdades sociales que hemos encontrado en nuestro estudio”, puntualiza el investigador.

“Aún es pronto para poder mostrar el impacto de ley de 2006”, señala Espelt. La Agencia de Salud Pública de Barcelona ya está diseñando una nueva encuesta de salud para 2011 que incluirá las mismas preguntas que la anterior.

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Referencia bibliográfica:

Albert Espelt, Laia Font-Ribera, Maica Rodríguez-Sanz, Lucia Artazcoz, Josep Ferrando, Aina Plaza, Carme Borrell, “Disability Among Older People in a Southern European City in 2006: Trends in Gender and Socioeconomic Inequalities”, Journal of womens health 19 (5): 927-933, mayo 2010.

Fuente: SINC
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