El artículo se publica hoy en ‘PLoS Biology’

Los cambios climáticos y la caza por parte de los humanos llevaron a la definitiva extinción del mamut hace unos 3.500 años

Para identificar los factores que llevaron a la extinción de los mamuts hace unos 3.500 años, científicos españoles han realizado mapas de simulaciones climáticas sobre las temperaturas en diferentes periodos, y los han asociado a las migraciones humanas de aquel momento. El estudio concluye que los mamuts se extinguieron al quedar recluidos en la Siberia ártica y ser posteriormente cazados por los humanos.

Los cambios climáticos y la caza por parte de los humanos llevaron a la definitiva extinción del mamut hace unos 3.500 años
El cambio climático y el impacto humano provocaron la extinción de los mamuts. Ilustración: Mauricio Antón.

El trabajo, que se publica hoy en PLoS Biology, combina la hipótesis de la extinción del mamut debido a cambios climáticos y a los impactos del ser humano. Se trata del primer estudio con un enfoque cuantitativo que permite valorar el papel de cada uno de los factores sobre la extinción de los mamuts, utilizando datos e información concretos, como la distribución de los fósiles de mamuts hallados hasta ahora y las simulaciones de temperaturas y precipitaciones.

David Nogués-Bravo, investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC) y autor principal del estudio, explica a SINC: “Cuando el clima del territorio habitual de los mamuts se calentó restringiéndoles a zonas de estepas frías siberianas, hace unos 6.000 años, los humanos se introdujeron en su hábitat y los extinguieron cazando un mamut por persona cada tres años (según la estimación más alta) o uno por persona cada 200 años (según la estimación más baja)”.

El equipo, formado por investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC), del Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana (CENIEH) y del Imperial Collage de Londres, ha modelizado el nicho climático en el que vivieron estos mamíferos con paleo-simulaciones climáticas en diferentes periodos: hace 42.000 años, 30.000 años y 21.000 años. Una vez establecidos los mapas, las condiciones se han proyectado hacia dos momentos claves para el mamut: el momento en el que empezó a desaparecer, hace unos 6.000 años, y un periodo con un clima similar en el que el mamut sobrevivió, hace 126.000 años.

En ambos momentos de la historia, según indican los mapas, el mamut desapareció casi por completo, pasando de un hábitat óptimo con una superficie aproximada de 3,7 millones de km², hace 21.000 años, a un área de 0,8 millones de km² hace 6.000 años. Hace 126.000 años, el mamut quedó confinado a un área de 0,3 millones de km² pero no sufrió la presión antrópica y, por lo tanto, no desapareció.

Los investigadores revelan que hace 6.000 años, a causa del calentamiento de la Tierra, el Homo sapiens sapiens logró acceder a la zona en la que vivían estos mamíferos. Además, debido a la “drástica” reducción de los hábitats del mamut, la caza de un número reducido de animales contribuyó a su extinción final.

Nogués-Bravo señala a SINC que “según el modelo poblacional, las condiciones climáticas redujeron el número de mamuts, y el impacto antrópico pudo extinguir a los mamuts. Cuando la especie estaba ya muy restringida a las zonas árticas de Siberia, los humanos, matando una muy pequeña cantidad de mamuts, eran capaces de extinguir a la especie”. Los investigadores han constatado, además, que en el momento en el que desaparece el mamut, hace 3.500 años, las condiciones climáticas en las que vivía eran muy limitadas.

Predecir las extinciones futuras

Aunque el modelo que permite clarificar las causas de la extinción de los mamuts se centre en estos mamíferos, el investigador principal afirma a SINC que “puede utilizarse para otras especies como las hienas o los rinocerontes, que habitaban en Europa hace unos cuantos miles de años”. Nogués-Bravo añade además que “se podría utilizar también para explicar cómo y porqué se extinguió el Neandertal”.

La acción combinada de cambios climáticos y de presión antrópica directa puede además utilizarse para predecir extinciones en el futuro. “Si el Ártico, como predicen muchos modelos, acaba siendo más pequeño o acaba desapareciendo, las especies que viven en esas zonas, como el oso polar y el zorro polar, tienen un peligro potencial elevado”, subraya Nogués-Bravo.

Para el joven investigador, estos modelos se utilizan con el fin de explicar cuáles son los peligros potenciales de extinción en el futuro, ya que “habrá especies que, dentro de 50 años, no encontrarán el mismo clima en el que viven hoy”.

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Referencia Bibliográfica:

Nogués-Bravo David, Rodríguez J., Hortal J., Batra P., Araújo M.B. “Climate change, humans, and the extinction of the woolly mammoth” PLoS Biology 6(4): e79. 01 de abril de 2008

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Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons
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