Hasta ahora se desconocía el origen étnico de los esclavos africanos que fueron transportados a América hace más de 300 años. El análisis del genoma completo de tres individuos enterrados en la isla de San Martín en el Caribe en el siglo XVII, en una época marcada por el tráfico de esclavos entre África y América, demuestra que estos esclavos procedían de grupos de habla bantú del norte de Camerún y de comunidades no bantúes de Nigeria y Ghana.
Entre 1500 y 1850, más de doce millones de africanos esclavizados fueron transportados al ‘Nuevo Mundo’. La gran mayoría fue trasladada desde África occidental y central, pero hasta ahora se desconocía el origen exacto. El análisis de ADN antiguo ha permitido revelar el origen de los restos de tres individuos enterrados en la isla de San Martín en el Caribe.
El nuevo estudio, publicado hoy en PNAS, muestra por primera vez “la procedencia de los esclavos llevados a la isla de San Martín hace 300 años e ilumina el proceso de configuración de las comunidades afroamericanas y cómo pudieron sobrevivir las culturas africanas en el continente americano después de su llegada al Nuevo Mundo”, explica Antonio Salas Ellacuriaga, investigador en la Universidad de Santiago de Compostela (USC) y uno de los autores del trabajo.
Los resultados del análisis genético revelan que uno de los esclavos enterrados procedía de un grupo de habla bantú al norte de Camerún, y los otros dos pertenecían a grupos de habla no bantú que viven en la actualidad en Nigeria y Ghana.
Genoma completo para conocer la historia
Según el equipo internacional de científicos, liderado por Haanes Schroeder, investigador en el Centro de Geogenética de la Universidad de Copenhague (Dinamarca), el trabajo confirma que se pueden obtener datos del genoma completo a partir de restos arqueológicos mal preservados.
“El Caribe es una región particularmente complicada por las características adversas del suelo y del clima lo que impide una conservación adecuada de los restos óseos”, asegura Salas quien añade que el proyecto abre “nuevas vías de investigación para estudios futuros relacionados con el ADN antiguo, como por ejemplo el análisis de restos precolombinos”.
Además, el estudio pone de manifiesto “el enorme potencial que existe para trazar el origen genético de individuos fallecidos hace mucho tiempo, en este caso, víctimas del tráfico de esclavos”, observa el investigador del Instituto de Medicina Legal de la USC. En este sentido, la genética permite un nuevo enfoque en la resolución de cuestiones históricas donde la documentación es escasa o simplemente inexistente.
Entre las otras implicaciones del estudio destaca el enorme potencial de las técnicas de secuenciación a gran escala y su capacidad para analizar restos donde existen cantidades mínimas de ADN, incluso por debajo de lo que hasta hace poco se consideraba el umbral mínimo de análisis.
Estudio español de la genética de poblaciones
Antonio Salas y su equipo de investigación comenzaron hace algo más de diez años a estudiar los patrones de variabilidad en distintos continentes en relación con el tráfico de esclavos. Los resultados se han publicado en revistas como American Journal of Human Genetics.
Estos trabajos se unen a otras investigaciones realizadas por el equipo de Salas y que apuntaban a que la población europea actual procede de la mezcla de tres grupos procedentes de Oriente Medio, África y del norte de Europa y Siberia o a que una parte de la población de la zona franco-cántabra es portadora de una secuencia que se da prácticamente en exclusiva en esta región geográfica, entre otros hallazgos.
Estos nuevos resultados se enmarcan en el proyecto europeo Eurotast, una red europea de investigación cuya misión principal es examinar, junto a expertos de África occidental y Caribe, las consecuencias del tráfico trasatlántico de esclavos.
Referencia bibliográfica:
Schroeder et al. “Genome-wide ancestry of 17th-century enslaved Africans from the Caribbean” PNAS 9 de marzo de 2015