La despoblación de las zonas rurales y los cambios en los usos del suelo que se produjeron en la década de los setenta, han provocado que el número y tamaño de los incendios forestales sea cada vez mayor. Investigadores españoles han concluido que estos motivos, unidos al uso de nuevas fuentes de energía en detrimento de la leña, permitieron que las masas forestales y la vegetación aumentaran, creciendo también el grado de inflamabilidad.
Los incendios forestales son cada vez más grandes y más numerosos debido al éxodo rural y la transformación en los usos del suelo que se produjo en la década de los setenta, no a los efectos progresivos del cambio climático.
"La despoblación de los espacios rurales tuvo como consecuencia un abandono de espacios agrícolas intercalados históricamente entre los espacios forestales y, en pocos años, los campos de cereal fueron invadidos por vegetación muy inflamable en etapas de sucesión hacia el bosque mediterráneo", explica Santiago Fernández Muñoz, de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M).
Al mismo tiempo, se redujo drásticamente la extracción de leñas como consecuencia de la incorporación de otras fuentes de energía, y se asistió a una transformación muy relevante de los paisajes rurales, "menos poblados y con menos mosaicos de usos agrícolas, con más continuidad de masas forestales y más vegetación con alto grado de inflamabilidad", precisa el experto.
Pese a que la despoblación y los cambios en los usos del suelo fueron graduales, la investigación ha detectado umbrales a partir de los cuales se constata un incremento muy relevante de los incendios, que se sitúan en una densidad poblacional de 0,6 habitantes por kilómetro cuadrado.
Los autores han elaborado durante su estudio una completa base de datos de los incendios históricos en la provincia de Valencia para ponerlos en relación con la evolución del clima y las transformaciones sociales y territoriales en esta zona.
La investigación ha mostrado que el cambio de régimen de los incendios no se puede explicar por el efecto gradual del cambio climático sino que sino que responde a cambios en la disponibilidad de combustible, en el uso de las fuentes de energía y en la conectividad de los paisajes.
Esta investigación trata de explicar la evolución de los incendios y puede resultar de gran utilidad para la gestión de los espacios y de los incendios forestales a medio y largo plazo, según sus autores.
Para realizar el estudio, los científicos realizaron una investigación básica sobre la presencia de incendios forestales desde 1875 en la provincia de Valencia y confeccionaron una base de datos con miles de registros de incendios identificados por fecha, localización y superficie quemada. Por último, relacionaron toda esta información con variables socioeconómicas (evolución de la población, usos del suelo, etc.) y variables climáticas (precipitaciones, temperatura) mediante la aplicación de métodos estadísticos complejos para encontrar la vinculación entre las diferentes variables.
En el estudio ha participado además Juli Pausas, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Josefina Gómez Mendoza, de la Universidad Autónoma de Madrid
Referencia Bibliográfica
Juli G. Pausas, Santiago Fernández Muñoz; "Fire regime changes in the Western Mediterranean Basin: from fuel-limited to drought-driven fire regime"; Climate Change, DOI: 10.1007/s10584-011-0060-6