Un estudio revela más de un millón de localizaciones de estas aves marinas

Los movimientos de la pardela cenicienta, al descubierto

Los ejemplares adultos de pardela cenicienta de las islas Canarias llegan a recorrer más de 800 kilómetros durante días en busca de alimento. En las colonias mediterráneas, estas aves marinas no suelen alejarse más de los 300 kilómetros de sus compañeras. Un nuevo estudio detalla ahora por primera vez los desplazamientos de las poblaciones españolas de pardela cenicienta del océano Atlántico y del mar Mediterráneo a lo largo del año.

Entre 2007 y 2015 se marcaron 460 pardelas con GPS
Entre 2007 y 2015 se marcaron 460 pardelas con GPS y otros dispositivos de seguimiento que han revelado más de un millón de localizaciones. / José Manuel Arcos, SEO/BirdLife)

Una nueva investigación del Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio) de la Universidad de Barcelona, el IMEDEA y SEO/BirdLife ha recopilado datos sobre la ecología espacial y la conservación de aves marinas. A lo largo de una década, estos equipos científicos han llevado a cabo una serie de investigaciones para conocer aspectos básicos de la ecología de la pardela cenicienta y poder mejorar su estado de conservación. El estudio presenta por primera vez muchos de estos aspectos, que aún permanecían inéditos.

La pardela cenicienta (Calonectris diomedea) es una de las aves marinas más representativas de nuestros mares. Con poblaciones que sufren un declive alarmante, fue elegida ave del año en 2013 por la asociación SEO/BirdLife como especie emblemática que refleja la problemática de la conservación de las aves marinas en nuestros mares.

En el marco del estudio, de 2007 a 2015 los expertos marcaron 460 pardelas con GPS y otros dispositivos en trece colonias de cría distribuidas en diferentes regiones españolas: Baleares, Castellón, Murcia, Almería, Galicia, Canarias e islas Chafarinas. En total, se lograron más de un millón de localizaciones, resultados que revelan con todo detalle los movimientos de estas aves durante todo el año, así como su ecología en mar abierto (zonas de alimentación, descanso y tránsito durante la época reproductiva, áreas de invernada, caracterización de su ecología, y corredores migratorios que conectan las zonas de cría con las áreas de invernada).

En total, se lograron más de un millón de localizaciones, resultados que revelan con todo detalle los movimientos de estas aves durante todo el año

Según los autores, se trata de uno de los estudios más ambiciosos realizados hasta la fecha para abordar la ecología del movimiento de aves en el país mediante tecnologías de seguimiento remoto de nueva generación.

Los grandes viajes oceánicos de la pardela cenicienta

Durante el periodo reproductor, los adultos pueden abandonar el nido durante días y recorrer centenares de kilómetros en busca de alimento con mucha facilidad. Más espectaculares resultan todavía los viajes migratorios hasta sus cuarteles de invernada, que se extienden por el sur del Atlántico hasta alcanzar la confluencia con el océano Índico.

"En concreto, la población mediterránea utiliza cuatro áreas de invernada diferenciadas, que son la corriente de Canarias, las aguas de Angola y Namibia, las aguas del Atlántico central y el golfo de Guinea. En las colonias atlánticas, las cinco zonas de invernada son la corriente de Benguela, la corriente de Las Agujas, la corriente de Canarias, la corriente de Brasil y la zona central del Atlántico sur. La mayoría de las aves son fieles a la misma área de invernada a lo largo de los años", explica el profesor Jacob González-Solís, investigador del departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales y del IRBio, que es responsable del grupo de trabajo de aves marinas que ha liderado este estudio.

La pardela cenicienta es el ave marina de la que se tiene mayor cantidad de información de seguimiento remoto, gracias, en gran medida, a la información utilizada en esta monografía. Sin embargo, "por ahora son pocas las áreas propuestas específicamente para la conservación más allá del ámbito estatal, pese a la importancia de la dimensión internacional en el caso de esta especie, como pone de manifiesto el presente trabajo", asegura José Manuel Arcos, responsable del programa marino de SEO/BirdLife.

"La protección de los espacios relevantes para la especie en aguas internacionales o de otros países requerirá de acuerdos internacionales multilaterales, proceso en el que ya ha empezado a trabajar BirdLife International, partiendo de la identificación y propuesta de IBA marinas", remata Arcos.

Conocer la distribución de las pardelas cenicientas también permite identificar los lugares en los que su actividad se solapa con amenazas derivadas de prácticas humanas (por ejemplo, la captura accidental con palangres y otras artes de pesca, principal amenaza para la especie y causa de cientos de muertes de aves cada año en el Mediterráneo).

Analizar el solapamiento de estas actividades pesqueras con las de las pardelas facilitará el diseño de medidas de conservación adaptadas a cada región. Uno de los retos futuros radica, por tanto, en que los actores sociales y políticos implicados tengan la voluntad de incorporar eficazmente tanto las medidas de conservación –por ejemplo, medidas para reducir la captura accidental de las pardelas en las pesquerías– como las herramientas de nueva generación a los programas de seguimiento y conservación de estas especies y sus ecosistemas.

En el ámbito estatal, la información aportada por el estudio respalda las zonas identificadas previamente en el inventario de áreas importantes para la conservación de las aves y la biodiversidad (IBA) marinas, actualmente incorporadas a la Red Natura 2000 como zonas de especial protección para las aves (ZEPA).

Referencia bibliográfica:

Migración y ecología espacial de las poblaciones españolas de pardela cenicienta

La nueva monografía es la tercera del programa Migra, una iniciativa desarrollada por SEO/BirdLife en colaboración con la Fundación Iberdrola España. Arrancado en 2011, Migra incorpora las últimas tecnologías en sistemas de geolocalización y seguimiento remoto para conocer con mayor detalle el movimiento de las aves dentro y fuera de nuestro país.

Fuente: Universidad de Barcelona
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