Cada año mueren en todo el mundo entre 160.000 y 300.000 aves marinas debido a las capturas accidentales en el palangre. Esta es la principal causa del declive de tres especies endémicas de pardela. Según un nuevo estudio, para impedir que los barcos palangreros atrapen a los pájaros en el Mediterráneo la mejor estrategia sería calar las artes de pesca por la noche, cuando las aves son menos activas para robar los cebos.
Los ejemplares adultos de pardela cenicienta de las islas Canarias llegan a recorrer más de 800 kilómetros durante días en busca de alimento. En las colonias mediterráneas, estas aves marinas no suelen alejarse más de los 300 kilómetros de sus compañeras. Un nuevo estudio detalla ahora por primera vez los desplazamientos de las poblaciones españolas de pardela cenicienta del océano Atlántico y del mar Mediterráneo a lo largo del año.
Miles de jóvenes aves marinas, entre ellas las pardelas cenicienta (Calonectris diomedea), abandonan el nido de noche para realizar sus primeros vuelos hacia el océano. Sin embargo, cada vez son más los casos detectados de polluelos que se desvían de su trayectoria inicial al ser deslumbrados por las luces de ciudades o carreteras, donde muchos de ellos acaban atropellados. Para reducir su mortalidad, un estudio, liderado por el CSIC, ha recogido con tecnología GPS cómo se produce esta desorientación.
Para combatir una patología de origen vírico en una población de pardela cenicienta, un equipo de investigación, liderado por la Universidad de Barcelona, ha probado una vacuna en las madres y ha estudiado su respuesta inmunitaria a la infección. Los resultados demuestran que las hembras protegen de forma inmunitaria a sus crías hasta seis años después de ser vacunadas con el patógeno.
El 70% de las aves estudiadas por el Instituto de Investigación de la Biodiversidad de la Universidad de Barcelona había ingerido plásticos. El artículo se publica en la revista Marine Pollution Bulletin.
La población de la pardela mediterránea de la isla francesa Le Levant está altamente amenazada por la invasión de gatos salvajes, según refleja un estudio en el que colaboran Francia y España. En este archipiélago habitan las principales colonias de esta especie.
Un nuevo blog impulsado por el equipo que dirige el profesor Jacob González Solís, del Departamento de Biología Animal y del Instituto de Investigación de Biodiversidad de la UB (IRBio), ambos adscritos al Barcelona Knowledge Campus, da a conocer los avances de un proyecto que estudia la captura accidental de aves marinas por los palangreros del Levante peninsular, un fenómeno bastante habitual que está ligado a las artes de pesca.
En las aves oceánicas de larga vida, la persistencia de los anticuerpos de origen materno en los polluelos es un mecanismo fundamental para la supervivencia de las poblaciones juveniles frente a las enfermedades infecciosas. Así lo indica un nuevo estudio, liderado por expertos de la Universidad de Barcelona (UB), que muestra por primera vez las características de la respuesta inmune en aves oceánicas y su valor para la conservación de especies amenazadas.
Los alimentos que ingieren las pardelas (Calonectris diomedea) les dejan una “firma química” en las plumas que permite saber dónde nacen y se reproducen estas aves marinas que recorren cada año miles de kilómetros. Los investigadores españoles que han realizado el proyecto determinan por primera vez el origen y procedencia de estas aves para diseñar estrategias de conservación.