La población de la pardela mediterránea de la isla francesa Le Levant está altamente amenazada por la invasión de gatos salvajes, según refleja un estudio en el que colaboran Francia y España. En este archipiélago habitan las principales colonias de esta especie.
Los gatos salvajes están considerados como una de las especies invasoras más perjudiciales para los animales autóctonos de las islas del Mediterráneo. Investigadores del Instituto de Productos Naturales y Agrobiología (IPNA-CSIC) y del Instituto Mediterráneo de Biología y Ecología de Francia han estudiado la dieta de estos felinos en la isla de Le Levant, en la Costa Azul francesa, durante dos años, para ver su impacto en la población de pardela mediterránea (Puffinus yelkouan). Sus resultados indican que son altamente vulnerables a estos depredadores que los han convertido en su ‘plato principal’.
“Estas aves marinas viven únicamente sobre las islas, donde antes no había depredadores. Por ello, son muy hábiles en el mar porque se alimentan exclusivamente de peces o calamares, pero muy endebles en tierra”, declara a SINC Elsa Bonnaud, investigadora principal del estudio en el Grupo de Ecología y Evolución en Islas y que se publica en The international Journal of Avian Science.
La pardela mediterránea anida en el suelo –dentro de pequeñas cuevas– y se caracteriza por ser muy torpe, es decir, no tiene capacidad de escaparse y sus recursos de defensa son escasos debido a que históricamente no han evolucionado en presencia de depredadores.
Como consecuencia, los gatos pueden ser responsables de la muerte anual de entre unas 800 y 3.200 aves, según los escenarios, lo que podría llevar a la extinción de las colonias que habitan Le Levant, al haberse convertido en el componente principal de la dieta de este animal invasor.
“Aunque su efecto no es inmediato, puede acelerar su desaparición. Es un fenómeno evitable porque los gatos que causan esta depredación son animales domésticos (Felis sylvestris catus), los mismos que tiene la gente en sus casas y que viven de forma salvaje porque se escapan o son abandonados en el campo”, apunta Bonnaud.
Un problema extrapolable a todas las islas mediterráneas
Aunque la investigación se realizó en la isla Le Levant, el problema se hace extensible a todos los archipiélagos donde hay gatos y especies endémicas de las islas que pueden ser presas potenciales. En Baleares y Canarias también existe este problema, así como en otros lugares más alejados como en las islas de California o Nueva Zelanda.
“La mejor solución para todas las islas pequeñas y poco habitadas es capturar los gatos –en trampas vivas– y transportarlos al continente. Nosotros hicimos este trabajo en otra isla cercana a Le Levant, los llevamos al veterinario, los dimos en adopción y los resultados fueron óptimos”, argumenta la investigadora. Los resultados de aquel trabajo anterior se publicaron en la revista Animal Conservation en 2010.
Si se tratara de un archipiélago de mayor tamaño y ampliamente poblado, los investigadores proponen como solución animar a la gente a esterilizar sus propios gatos y controlar la población que se escapa en aquellos lugares donde hay gran problema de conservación de la especie o se localiza un animal en peligro de extinción.
“De momento la población en esta isla no parece disminuir de forma rápida, pero la tendencia es negativa. Lo que es seguro es que la depreciación sobre estas aves es muy importante –entre 40% y 50% de la dieta de los gatos– y que las aves no se reproducen como hace años. Necesitamos educar a la gente para que se conciencie y dar información, por eso es tan importante que se divulgue la situación”, concluye.
Referencia bibliográfica:
Elsa Bonnaud, Gerald Berger, Karen Bourgeois, Jerome Legrand y Eric Vidal. “Predation by cats could lead to the extinction of the Mediterranean endemic Yelkouan Shearwater Puffinus yelkouan at a major breeding site” The international Journal of Avian Science, 154, 566–577, 2012.
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