Los ejemplares adultos de pardela cenicienta de las islas Canarias llegan a recorrer más de 800 kilómetros durante días en busca de alimento. En las colonias mediterráneas, estas aves marinas no suelen alejarse más de los 300 kilómetros de sus compañeras. Un nuevo estudio detalla ahora por primera vez los desplazamientos de las poblaciones españolas de pardela cenicienta del océano Atlántico y del mar Mediterráneo a lo largo del año.
Para combatir una patología de origen vírico en una población de pardela cenicienta, un equipo de investigación, liderado por la Universidad de Barcelona, ha probado una vacuna en las madres y ha estudiado su respuesta inmunitaria a la infección. Los resultados demuestran que las hembras protegen de forma inmunitaria a sus crías hasta seis años después de ser vacunadas con el patógeno.
El 70% de las aves estudiadas por el Instituto de Investigación de la Biodiversidad de la Universidad de Barcelona había ingerido plásticos. El artículo se publica en la revista Marine Pollution Bulletin.
Un nuevo blog impulsado por el equipo que dirige el profesor Jacob González Solís, del Departamento de Biología Animal y del Instituto de Investigación de Biodiversidad de la UB (IRBio), ambos adscritos al Barcelona Knowledge Campus, da a conocer los avances de un proyecto que estudia la captura accidental de aves marinas por los palangreros del Levante peninsular, un fenómeno bastante habitual que está ligado a las artes de pesca.
En las aves oceánicas de larga vida, la persistencia de los anticuerpos de origen materno en los polluelos es un mecanismo fundamental para la supervivencia de las poblaciones juveniles frente a las enfermedades infecciosas. Así lo indica un nuevo estudio, liderado por expertos de la Universidad de Barcelona (UB), que muestra por primera vez las características de la respuesta inmune en aves oceánicas y su valor para la conservación de especies amenazadas.