La primera revista que aúna gastronomía e investigación alimentaria desde una perspectiva científica, International Journal of Gastronomy and Food Science, ha anunciado su inminente lanzamiento. El grupo editorial propietario, Elsevier, ofrece la oportunidad a aquellas personas que trabajan en estás áreas de presentar al Comité editorial de la revista propuestas de artículos.
Publicada por Elsevier y con el centro tecnológico AZTI-Tecnalia, el restaurante Mugaritz y la Fundación Alicia como promotores, la revista repasa y explora todos los aspectos que, en la actualidad, se refieren a estos dos campos en plena expansión: tecnología, nutrición, nuevas recetas (la revista funcionará como instrumento que registre nuevas recetas), ciencia aplicada a la alimentación, food service, tendencias globales en alimentación (salud, globalización, sabores étnicos,…), aspectos culturales de la gastronomía…
Son tres las áreas de interés que va a cubrir el International Journal of Gastronomy and Food Science: gastronomía en perspectiva; ciencia y gastronomía; e innovación en gastronomía. El resultado esperado es el desarrollo de un nuevo foro que combine los intereses de ambos mundos que, compartiendo el mismo sustrato, “los alimentos”, frecuentemente hablan diferentes idiomas. Además, aspira a convertirse en un canal de comunicación entre cocineros/chefs y científicos/investigadores en alimentos.
Elsevier ofrece la oportunidad a aquellas personas que trabajan en estás áreas de presentar al Comité editorial de la revista propuestas de artículos. Para ello, han habilitado una página web en la que se recogen los requisitos y se explica el modo de remitir los artículos científicos.
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Más información: http://www.azti.es/ijgfs/index.htm
El estudio de la Universidad Complutense de Madrid revela que una tercera parte de los productos etiquetados como gambas y langostinos no se corresponde con la especie indicada. La investigación, que analizó el ADN de diversas muestras, destaca la prevalencia de este problema en productos congelados.
No es solo por el exquisito sabor del cacao. Investigadores de la Universidad de Leeds (Reino Unido) han comprobado que los ingredientes del propio chocolate interactúan con la saliva, generando una suave película grasa que recubre la lengua y hace que este producto se sienta cremoso durante todo el tiempo que permanece en la boca.
