Con el objetivo de evitar que la contaminación lumínica nos “robe” el placer de contemplar el firmamento, el 20 de abril se celebra la “Noche Mundial en Defensa del Derecho a Observar las Estrellas”.
El 20 de abril de 2007, la Conferencia Starlight acordó promover cada año esta campaña internacional con la que se quiere hacer un llamamiento a todas las entidades y organizaciones, tanto públicas como privadas, a que expresen su compromiso voluntario de preservar las cualidades del cielo nocturno.
En su primera edición, esta iniciativa pretende incidir en la importancia de la luz de las estrellas como patrimonio cultural, científico y medioambiental de la humanidad, así como conmemorar los principios del proyecto Starlight.
La “Noche Mundial en Defensa del Derecho a Observar las Estrellas” ha sido impulsada por el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y apoyada por la UNESCO, entre otros organismos nacionales e internacionales.
La liberación de dióxido de carbono a la atmósfera alcanzará un récord histórico en 2024, reflejando el avance insuficiente en la reducción del uso de combustibles fósiles y el cambio de uso del suelo. Según el informe Global Carbon Budget, el riesgo de superar el límite de 1,5 ºC en la temperatura global aumenta, mientras los sumideros naturales siguen bajo presión.
Investigadores del Instituto Geológico Minero del CSIC explican que, en eventos extremos como la DANA del pasado 29 de octubre, los materiales que arrastra la corriente aumentan los daños causados por las inundaciones.
