Nuevos pasos en la búsqueda de un biomarcador temprano del alzhéimer

Una investigación internacional liderada por la Universidad Politécnica de Madrid avanza hacia el diagnóstico temprano de la enfermedad de Alzheimer mediante el estudio de los patrones de actividad cerebral. Mediante esta técnica es posible clasificar a los participantes de los grupos internacionales como ancianos sanos o con deterioro cognitivo leve con un 82% de precisión.

Sistema MEG de la Universidad Politécnica de Madrid. Fuente: UPM.
Sistema MEG de la Universidad Politécnica de Madrid. / UPM

Científicos del Centro de Tecnología Biomédica de la Universidad Politécnica de Madrid han conseguido demostrar que el patrón anómalo de conectividad funcional en los pacientes con deterioro cognitivo leve puede ser considerado como un indicio de las alteraciones en el funcionamiento de las neuronas debidas al inicio del alzhéimer.

Con el incremento de la esperanza de vida ha aumentado notablemente el número de personas afectadas por enfermedades neurodegenerativas asociadas a la edad. De todas ellas, la más común es la enfermedad de Alzheimer y, hoy en día, se estima que alrededor de 26 millones de personas en el mundo se encuentran afectadas por ella.

El alzhéimer se caracteriza porque, con el transcurso de la enfermedad, las neuronas van muriendo y en torno a 20 años después de su inicio aparecen los primeros síntomas clínicos que consisten generalmente en fallos de memoria. Por ello, es de vital importancia detectar el inicio de la enfermedad en sus primeras fases, cuando el daño cerebral aún es reducido.

Actualmente, la fase previa más estudiada es el deterioro cognitivo leve. Las personas con deterioro cognitivo leve padecen fallos de memoria y constituyen una población de alto riesgo para desarrollar la patología.

Las personas con deterioro cognitivo leve padecen fallos de memoria y constituyen una población de alto riesgo para desarrollar alzhéimer

Gran parte de las esperanzas para encontrar un biomarcador temprano están depositadas en las técnicas de neuroimagen, ya que mediante ellas es posible estudiar los cambios que se producen en el cerebro. Una de estas técnicas, la magnetoencefalografía (MEG), es capaz de medir con mucha precisión los campos magnéticos producidos por la actividad neuronal del cerebro.

82% de precisión

En el año 2000 se instaló en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid el primer sistema MEG de España. Desde el principio, la enfermedad de Alzheimer se convirtió en una de sus principales líneas de investigación y ha continuado siéndolo en el Laboratorio de Neurociencia Cognitiva y Computacional (LNCyC).

El grupo LNCyC, en colaboración con investigadores del Laboratorio de Minería de Datos y Simulación (MIDAS) del Centro de Tecnología Biomédica, ha liderado una investigación internacional en la que han participado laboratorios de cinco países con el fin de esclarecer si los patrones de actividad cerebral pueden ser empleados como biomarcadores del deterioro cognitivo leve.

Para ello, se han llevado a cabo un total de 184 registros de ancianos sanos y con deterioro cognitivo leve en los centros involucrados. Tras analizar la población registrada en Madrid se determinó que los pacientes con deterioro cognitivo leve, en comparación con los ancianos sanos, tenían una disminución de las comunicaciones entre las regiones frontal y parietal, así como entre ambos hemisferios cerebrales.

Posteriormente, se empleó dicho resultado para diagnosticar –sin tener ninguna información previa– a los participantes de los centros internacionales. Los resultados obtenidos demostraron que mediante esta técnica era posible clasificar, con un 82% de precisión, como ancianos sanos o con deterioro cognitivo leve a los participantes de los grupos internacionales.

Como señala el investigador responsable, Fernando Maestú, “este resultado demostró que el patrón anómalo de conectividad funcional en los pacientes con deterioro cognitivo leve era consistente en todos los centros internacionales, lo que podía ser considerado como un indicio de las alteraciones en el funcionamiento de las neuronas debidas al inicio del alzhéimer”.

Referencia bibliográfica:

Maestú F, Peña J-M, Garcés P, et al. A multicenter study of the early detection of synaptic dysfunction in Mild Cognitive Impairment using Magnetoencephalography-derived functional connectivity. NeuroImage Clin. 2015;9:103-109. doi:10.1016/j.nicl.2015.07.011.

Fuente: Universidad Politécnica de Madrid
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