El mayor telescopio espacial comienza a realizar el cartografiado extragaláctico HerMES, un proyecto astrofísico internacional que estudia la formación y evolución de galaxias en el Universo lejano.
Tan sólo siete meses después de su lanzamiento, el Observatorio Espacial Herschel ya ha comenzado a producir imágenes sin precedentes de galaxias en el infrarrojo lejano, una región del espectro “invisible” desde tierra y esencial para desentrañar los procesos de formación estelar. Más de 200 científicos de todo el mundo se reunieron la semana pasada en la Universidad Politécnica de Madrid para analizar éste y otros resultados relevantes obtenidos por el mayor telescopio espacial en operación hasta la fecha.
El comportamiento de este satélite de la Agencia Espacial Europea (ESA) es el esperado y sus instrumentos SPIRE y PACS, en cuya construcción ha participado el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), están proporcionando datos científicos de alta calidad en un rango espectral, el del infrarrojo lejano y las ondas submilimétricas, prácticamente inexplorado hasta la fecha.
“Ésta es la primera vez en que una gran parte del llamado Fondo Cósmico Infrarrojo, descubierto en los años noventa, se puede resolver en galaxias individuales”, comenta Ismael Pérez Fournon, investigador del IAC y profesor de la Universidad de La Laguna, así como miembro del consorcio SPIRE, sobre la imagen obtenida de una pequeña región de cielo denominada GOODS-Norte. “Es una zona de cielo que no contiene objetos brillantes como las estrellas de la Vía Láctea, y su extensión en el cielo es algo mayor que la Luna llena observada desde la Tierra”, explica Pérez.
La imagen se obtuvo a partir de las observaciones en el infrarrojo lejano con la cámara SPIRE. La mayor parte de los objetos cósmicos visibles en la imagen son galaxias distantes en una etapa en la que se formaban estrellas intensamente. A partir del análisis de imágenes infrarrojas como ésta, los astrónomos pretenden ahondar en la historia de la formación estelar y galáctica.
Después de utilizar tan solo unas 14 horas de observación en la fase de demostración científica, “es fantástico poder empezar a analizar las imágenes infrarrojas de muy alta calidad que nos están proporcionando las dos cámaras de Herschel, y esperamos resultados espectaculares sobre la formación estelar en galaxias muy distantes en un rango espectral que no ha sido explorado en profundidad hasta la fecha”, destaca Pérez.
Uno de los proyectos que aborda Herschel es el cartografiado extragaláctico HerMES (Herschel Multi-tier Extragalactic Survey), una iniciativa internacional diseñada para estudiar la formación y evolución de galaxias en el Universo distante. El proyecto HerMES observará varias regiones del cielo con las dos cámaras infrarrojas del telescopio, SPIRE y PACS, capaces de detectar la radiación emitida por las estrellas en formación.
Gracias a HerMES, se espera detectar unas cien mil galaxias en el infrarrojo lejano. La luz de esas galaxias, producida con gran intensidad cuando el Universo era más joven, ha tardado en llegar hasta nosotros unos 10.000 millones de años, lo que implica que las observamos tal como eran unos 4.000 millones de años después del Big Bang.
El instrumento SPIRE de Herschel ha sido construido por un consorcio internacional liderado por el catedrático Matt Griffin (Universidad de Cardiff, Reino Unido). El grupo científico del proyecto HerMES está formado por un centenar de científicos de 24 centros de investigación en seis países (Reino Unido, Estados Unidos, Francia, España, Italia y Canadá) y del Centro Europeo de Astronomía Espacial (Villanueva de la Cañada, Madrid).
La participación del Instituto de Astrofísica de Canarias en los consorcios PACS y SPIRE de Herschel, así como en su programa científico, ha sido financiada por el Plan Nacional de Investigación, Desarrollo e Innovación del Ministerio de Ciencia e Innovación.